Como dice la canción “Memories” de Maroon 5: “(Un brindis) por los que tenemos y desearíamos que estuvieran aquí, pero no lo están… Un brindis por los que estamos hoy aquí, un brindis por los que perdimos por el camino… las memorias traen recuerdos, las memorias te traen de regreso…”
Se acaba el 2020 y celebramos que algunos siguen con nosotros. Recordamos a los que abrieron sus alas y volaron al más allá. Tomemos un momento para reflexionar y agradecer. Dejemos a un lado el aspecto material o laboral y enfoquémonos en nuestra humanidad. ¿Qué es lo bueno que nos ha brindado este año pandémico? A mi forma de verlo, este año hemos tenido la oportunidad de dedicarle mucho más tiempo a nuestros seres queridos en la casa. Más tiempo de convivencia y de comunicación. Más tiempo para tomar desayunos juntos y compartir el mismo cuarto, o la sala, o la cocina. Más tiempo para limpiar la casa y tomar turnos para barrer, trapear, lavar los platos y hasta para ir al baño. Más tiempo para escuchar música, leer o ver una película juntos. Más tiempo para tomar una tacita de café y compartir nuestros pensamientos, sueños e inquietudes. Si navidad es un tiempo para disfrutar la compañía de las personas que amás; entonces este año ha sido como una Navidad larga, en el que el mayor regalo fue tener más tiempo con tus seres queridos en casa.
Pero… ¿aprovechaste este año de esta manera? ¿Lo viste como una oportunidad familiar? ¿Amaste? ¿Lo demostraste? ¿Conviviste? ¿Expresaste tu agradecimiento? ¿Te diste cuenta de todos los momentos que tuviste para estar presente, no sólo en físico sino con intención? ¿Lo viste como una Navidad larga?
Independientemente de tu respuesta interna, ¿sabés qué es lo mejor?. Que nunca es tarde para empezar a enfocarte un poco más en tu lado humano. En esa parte de nuestra existencia que nos hace tan valiosos y nos conecta con los demás. Más que cualquier título, logro profesional o estatus social, esos aspectos de solidaridad, empatía y compasión que son parte de vos, de esa ¡gran persona que sos! Aun con aquellos con quienes tenemos diferencias y conflictos (así como vos no los escogiste para ser tus familiares, ellos no te escogieron para que vos seas su familiar). Pero, por alguna razón, nacimos en la familia en la que nacimos. Con altas y bajas, el amor lo puede todo y, si decidís ser más humano, demostrar tu apoyo y cooperación, de seguro que tu familia lo apreciará.
Quedan algunos días para terminar el 2020; por tanto, seguís teniendo la oportunidad de expresar tu agradecimiento a tu familia, desde hoy. ¿Qué tal si colaborás más en la casa? ¿Si ofrecés más sonrisas? ¿Qué tal si apagás tu teléfono y dedicás un par de horas a saber más sobre los sueños de tu hermana, tu mamá, tu papá, tu hijo, tu hija? ¿Qué tal si decidís estar más presente? Para mí, esto si suena como una buena navidad, en la que, en vez de recibir nos enfocamos en dar más. No cosas materiales, sino expresiones de amor. Acá te dejo unas ideas: Agradecele a alguien de tu casa por dos de sus mejores características de su personalidad. Lavá los platos, secalos y guardalos sin que nadie te lo pida. Cociná lo que se te ocurra, un sándwich, o hacé mango con limón y sal, compatilo e invitá a alguien a conversar. Dibujá algo chistoso o simplemente un corazón y se lo das a alguien en tu casa o mandale un correo a un hermano lejano.
Se acaba el 2020. Celebremos y agradezcamos por los que siguen con nosotros. Mantengamos la esperanza y sigamos sonriendo.
¡Feliz Navidad, hermanos salvadoreños!
Ingeniera Aeroespacial y piloto comercial.
Autora del libro Sin Límites @: librosinlimites.sv@gmail.com @sin.limites.sv