Juego limpio

En estos momentos, en lugar de pelearse con la Sala, CEPA y el Ejecutivo simplemente deberían mover las cabinas de la EIS al aeropuerto y hacer pruebas rápidas. No podemos eternamente vivir en esta burbuja de terror, y el virus ya es comunitario, así como en este pleito inútil que sólo produce más tensión y estrés.

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Por Carmen Marón

2020-09-19 5:28:56

Imaginemos que estamos en un partido de fútbol y alguien intenta meter gol. Corre hacia la portería del equipo opuesto y patea la pelota. Con la rapidez de una bala, entra en la malla y todos gritan ¡gol!, pero no es gol. Resulta que estaba en posición prohibida. El gol no vale.
Pregunto: ¿fue una mala patada? No. ¿Es el fútbol un juego injusto? No. ¿Se deberían cambiar las reglas del juego o destituir al árbitro? No. ¿Qué tal armar un berrinche? Peor. El jugador se gana una tarjeta roja. Entonces, ¿qué se hace? Bueno, el tiro libre es para el equipo rival. Pero el equipo al que le anularon el gol puede tener otras oportunidades de recuperar el gol a lo largo del partido jugando limpio. Porque en el mundo del fútbol hay reglas. Y dentro de esas reglas funciona Messi y funcionó Pelé y funcionarán otros buenos jugadores. Y nadie está pensando en cambiar las reglas del fútbol porque un jugador perdió un gol o el árbitro dijo que estaba en posición prohibida.
En lo personal, estoy de acuerdo con que una prueba de COVID es necesaria para ingresar al país. Pero, en la democracia hay reglas también. Y la regla suprema y mayor se llama la CONSTITUCIÓN y ya es hora de que se entienda que no se necesitan reformas, sino obediencia a la misma.
El Sr. Presidente tiene una salida tan fácil que yo, como ciudadana, se la puedo dar: si la Sala ya dictaminó que no puede impedir que los salvadoreños y los extranjeros residentes entren, entonces que les tome el examen en el aeropuerto, como lo hizo con los varados, como hace Guatemala y muchos países “en el mundo mundial”. La prueba rápida tiene un muy buen porcentaje de veracidad. Y a los extranjeros no residentes exíjales el certificado: se obedeció a la Sala y se ejecutó una buena política. Un ganar-ganar para todos.
Realmente, como ciudadana, daría mi voto más rápido a un presidente que toma una resolución de la Sala de lo Constitucional y es tan inteligente que la utiliza para demostrar que es un hábil estadista. Pero, parece, en El Salvador en medio de una pandemia es más importante buscar la tarjeta roja con conflictos desgastantes y que no nos benefician en nada a los ciudadanos.
En estos momentos, en lugar de pelearse con la Sala, CEPA y el Ejecutivo simplemente deberían mover las cabinas de la EIS al aeropuerto y hacer pruebas rápidas. No podemos eternamente vivir en esta burbuja de terror, y el virus ya es comunitario, así como en este pleito inútil que sólo produce más tensión y estrés.
Mientras se insista en un poder separado de los otros dos no vamos a salir del círculo de inestabildad política, social y económica en el que estamos. Y con un 98% de endeudamiento vamos a necesitar de todos los países amigos que podamos tener y toda la inversión que se pueda captar. Y eso, compatriotas, no lo define nadie más que el gobierno de turno. Allí las decisiones de 30 años antes no valen. Vale la actuación políticamente madura, respetuosa de los derechos humanos y obediente a la Constitución de la persona elegida al cargo para este período. Nada más ni nada menos.
Esperemos que este impasse se pueda resolver a través de consensos de altura y que se decida con vocación democrática, finalmente, obedecer a la Sala.
El Salvador necesita resurgir, y no puede si no abre su aeropuerto. Al igual que en el fútbol, en la política desafiar las reglas rara vez lleva a un gol, por más que los hinchas griten…

Educadora, especialista en Mercadeo con Estudios de Políticas Públicas