Fray Flavián y el medio ambiente

Fray Flavián Mucci vivió para trabajar por los demás, el empresario de Dios, de sus manos prosperaron obras para la comunidad

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Foto: Ruz

Por Carlos Francisco Imendia

2021-10-03 7:37:18

El padre Flavián Mucci abarcó prácticamente todas las necesidades de la sociedad sonsonateca, abordándolas muy seriamente, entre ellas el medio ambiente. Quienes conocemos AGAPE en Sonsonate, el centro de operaciones de la magna obra del padre Mucci, está rodeada por inmensos árboles de la flora sonsonateca que dan una prominente sombra a las instalaciones y hacen aminorar el intenso sol que cae sin piedad sobre ese departamento del occidente del país, una construcción totalmente sostenible.
AGAPE es un auténtico sumidero de carbono para la ciudad y, como parte de la conciencia ecologista de los franciscanos heredada por su fundador San Francisco de Asís, es vital crear un equilibrio basado en la fe y el respeto a la naturaleza. Fray Flavián Mucci se impregnó de ese principio por el amor a todo lo creado y en AGAPE bajo su observación emprendieron varios proyectos para la preservación del medio ambiente en la zona, entre ellos de hacer conciencia a los habitantes de las comunidades sobre la conservación de los recursos naturales.
Para eso hay que retroceder un poco en la historia y escarbar la toponimia de Sonsonate, que procede del náhuat de los pipiles y significa Tzen -Tzun: muchas, at: agua, “El territorio de las muchísimas aguas” (superficiales y subterráneas). El agua es importante para ese departamento, el suelo volcánico filtra el agua y hace que lleguen a los mantos acuíferos brindando agua de óptima calidad a la población, los cultivos, la ganadería, entre otros.
El padre Mucci estuvo claro en su visión de que el agua es vida, así cuando los humanos nos iniciamos en la vida cristiana en el momento de Bautizo, sin agua todo está perdido. Por esa razón hay que cuidar el vital líquido. Impulsó por medio de AGAPE varios proyectos como la conservación de los mantos acuíferos del Bosque AGAPE en la finca La Plagada donde nace el río Quequesquillo, además el plan de sistemas de áreas protegidas , el plan Amayo en Caluco y el plan Guardabosques, donde se concientizó a las personas de las zonas rurales a cuidar el bosque de los depredadores ambientales, de la extracción de flora y fauna de la zona.
Además estos proyectos fomentaron la implementación de la agricultura orgánica, tan importante y beneficiosa para el país, que a la vez evita la contaminación de los mantos acuíferos por agroquímicos nocivos para la salud. El proyecto abordó la construcción de barreras vivas y zanjas de infiltración.
Todos estos proyectos requieren de recurso humano, por lo que se generó empleos verdes y desarrollo a la comunidad. Además se fomentó educación a la nueva cultura ambiental para que la comunidad tome conciencia de lo importante que es cuidar el medio ambiente.
Fray Flavián Mucci vivió para trabajar por los demás, el empresario de Dios, de sus manos prosperaron obras para la comunidad, y nunca descuidó la problemática ambiental, abonó con buenos proyectos, su legado debe subsistir por las mismas comunidades beneficiadas.

Publicista y ambientalista/Chmendia