Estamos a mitad de periodo... y no se ve una oposición fuerte

No es cierto que el 87 por ciento de la población salvadoreña apruebe las acciones de Bukele, pero sí la población se mantiene callada porque tiene miedo a la violencia, implícitamente ligada a las pandillas y Bukele.

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Foto: Imagen de carácter ilustrativo y no comercial/ https://twitter.com/Ambitocom/status/1497691445104418818/photo/1

Por Carmen Martínez

2022-02-27 5:44:55

Cierto, nuevos partidos políticos en fase de creación están emergiendo, sin que puedan representar una oposición coherente y sin poder ver a líderes que puedan competir con el formidable marketing machine que es Bukele. Tanto ARENA como el FMLN parecerían partidos políticos del pasado, sin futuro alguno. Ninguno de los dos quisieron hacer las reformas internas necesarias para su supervivencia. La oposición, fragmentada y sin liderazgos verdaderos, servirá para que Bukele sea reelegido.

Pero, ¿quién de todos estos partidos podría presentar al pueblo salvadoreño una alternativa política, social y económica que pueda resonar como viable? No es suficiente decir que Bukele destruye las bases fundamentales de nuestra democracia. Es necesario un plan para combatirlo.

Bukele está llegando a un momento crítico en su administración. El FMI calcula que el crecimiento económico de El Salvador será de alrededor de 2 por ciento en el mediano plazo,  por debajo de las tasas de crecimiento históricas. Esto es el resultado de los altos costos del endeudamiento público de la presente administración que han servido para financiar los déficits fiscales y políticas de expansión del gasto público.  La situación se volverá insostenible a menos que se adopten medidas de contención.

Para la oposición, prometer un mejoramiento inmediato, que sería lo que la población esperaría,  no es factible. Un nuevo líder, aparte de ser carismático, valiente y comprometido con la transparencia en el manejo de la función pública, deberá decir al pueblo Salvadoreño que no existen fórmulas mágicas en el corto plazo que nos saquen de la pobreza y de la ignorancia.  Bitcoin no nos volverá ricos.  Pero la educación, particularmente a los jóvenes, tanto en el plano técnico como político/social sí  nos dará la posibilidad de salir de la pobreza en el futuro.

El desarrollo de un pueblo no se logra de la noche a la mañana, debe necesariamente tener un esfuerzo sostenido que involucre tanto a la población, al sector privado y al gobierno. Todo esto implicaría un ajuste grande que necesariamente tendrá un impacto negativo en la población.

No es cierto que el 87 por ciento de la población salvadoreña apruebe las acciones de Bukele, pero sí la población se mantiene callada porque tiene miedo a la violencia, implícitamente ligada a las pandillas y Bukele.

Si un nuevo líder emergiera en los próximos dos años, que convenciera al pueblo de emprender juntos el arduo camino del desarrollo y de no abandonarlo, El Salvador habría ganado una batalla importante.

Economista/Finanza Corporativa