Definitivamente la pandemia del COVID-19 ha vuelto a poner en escenario a la Nutrición.
El interés por las cosas va y viene dependiendo de las situaciones que vivenciamos. A la alimentación se le ha dado suma importancia desde siempre, sin embargo a la nutrición solamente se la dieron los estudiosos del cuerpo humano, que con el tiempo fueron llamados médicos o galenos. Las mujeres también entendían la importancia de los contenidos de los alimentos para la salud del cuerpo; sin embargo, debían guardar este saber para sus familias y allegados.
Ya en el siglo XX, con más conocimiento, más libertades, las lecciones sanitarias dejadas por dos guerras mundiales, gradual acceso a servicios de salud y el potenciamiento de la farmacéutica, la información orientada a evitar el bajo peso o desnutrición a través de los alimentos se difundió, hablándose de las vitaminas, los minerales y la trascendencia de éstos.
Los que podían se vitaminaban y a los suyos; trataban de que los niños estuvieran gorditos: mejor que sobrara por cualquier cosa que pasara, pero nunca flaquitos, era mala señal.
Los años 90 llegaron abrazados a un consumismo estrepitoso, gracias al cual los niños flaquitos disminuyeron en sociedades del Primer, Segundo y hasta Tercer mundos, lo que volvió a introducir la Nutrición dentro de las conversaciones, poniéndola de moda.
Hoy con la pandemia del COVID19, sabiendo que la enfermedad y la posibilidad de muerte se encuentra a la puerta de nuestras viviendas, las personas están poniendo oídos a lo que los científicos acaban de descubrir hace unas semanas: que las personas que desarrollan la enfermedad por COVID19 no van a complicarse tan fácilmente, poniéndose a riesgo de perder la vida si sus cuerpos presentan un estado nutricional adecuado; que son los diabéticos, obesos e hipertensos (hasta el doble de veces) los que corren más riesgo de ingresar a una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y más aún, de acabar con su existencia terrenal.
Sumado a esto la evolución de la infección sintomática por COVID19 depende del estado en sangre y reservas (algunas no tienen reservas) de varias vitaminas como son la A, la E, la C y la D. En el mismo sentido se da el comportamiento de minerales como el Zinc y el Calcio, lo cual explica el porqué del artículo de hace unas semanas, donde expusimos los motivos y cómo suplir nuestros cuerpos con Zinc; hoy hacemos un interludio con esta explicación, para continuar la próxima semana compartiendo cómo suplir adecuadamente las vitaminas y minerales, para poder ser #SobrevivientesAlCOVID-19. ¡Hasta la próxima!
Médica, Nutrióloga y Abogada