Lluvia de tile

Muchos se preguntan: ¿Por qué se quema la caña? La caña quemada reduce el material vegetal que genera riesgo en la actividad de corte

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Foto de referencia / EDH/ Archivo

Por Carlos Francisco Imendia

2021-12-13 6:18:28

Una persona escribía en las redes sociales: “Mientras en el Hemisferio Norte comienza a nevar, aquí en el Salvador comienza a llover tile”. Tile es un nahuatismo de hollín, de Til: Negro, Quiawit Lluvia. Tiliquiawit.
Cuando la zafra inicia (estación seca) que es el periodo de cortar la caña, en los bastos campos, se quema, se corta y se lleva al ingenio para el proceso agro-industrial y la caña se convertirá en azúcar, ya sea morena o refinada, irá a nuestras mesas, cocinas, restaurantes y panaderías o por barco llegará a otros países; también otro derivado es la melaza. El azúcar es el segundo producto exportable de El Salvador. En el año 2020 las exportaciones de melaza y azúcar generaron $254 millones de dólares, $36.9 millones más que en el 2019.
La Asociación Azucarera de El Salvador (AAES) prevé alcanzar una producción entre 6 y 7 millones de toneladas métricas para la zafra 2020/2021. Muchos se preguntan: ¿Por qué se quema la caña? La caña quemada reduce el material vegetal que genera riesgo en la actividad de corte. Un fotoperiodista manifestó en las redes sociales que no nos romanticemos con la flor de la caña de azúcar por ese famoso fragmento del poema de Alfredo Espino: “Eran mares los cañales...” (Cañal en flor). La flor que embellece nuestra campiña con su inusual color rosado, no hay que envidiar los campos de Lavanda en España o lo campos de Tulipanes de los Países Bajos. En las redes sociales, las fotos tomadas de los cañales por drones dicen: “No, no es Europa, son cañales en Izalco, El Salvador”.
Pero retomado el comentario del fotoperiodista, él quiere que reflexionemos al respecto de este cultivo (que vino a Cuzcatlán con los conquistadores), que hay detrás de este cultivo: uso de agroquímicos nocivos para el suelo y la salud humana, quemas controladas que destruyen la biodiversidad y contaminan la atmósfera, genera sociedad cuando estas partículas de hojas quemadas vuelan y llegan a los pueblos y ciudades; además el extenuante y riesgoso trabajo de los “braceros” que es poco remunerado y también el peligro que enfrentan con la delincuencia. También lanzó un comentario un reconocido director de un noticiero muy visto en el país, en el que se mostraba molesto por la “quema de la caña” e invita a la agroindustria cañera a buscar alternativas ante esa “mala práctica”.
¿Hay soluciones sostenibles para el cultivo de la caña de azúcar? Sabemos que el monocultivo de la caña de azúcar genera emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera. La quema de la caña en grandes extensiones empeora la situación, además de la fertilización nitrogenada, destruye la actividad microbiológica del suelo, ocasiona trastornos en la salud, etc.
La estrategia está en la innovación y la compensación ambiental, una sana sugerencia al sector azucarero, que es medular en nuestra economía, encontrar el equilibrio de producir sin dañar a los demás.

Publicista y ambientalista/Chmendia