El veredicto de Sharm El-Sheikh
Aunque El Salvador no volvió a brillar en dicha cumbre, es importante asumir los compromisos de país, principalmente porque somos un país vulnerable, y porque hay una inestabilidad de resguardo y protección, vivimos sujetos a que en cualquier momento( o decisión) vamos a seguir perdiendo áreas naturales y más biodiversidad.
Termina una Cumbre más del Clima convocada por las Naciones Unidas , en el balneario egipcio Sharm El Sheikh , y la controversia no se hizo esperar, ante el desacuerdo en su inicio porque el patrocinador principal fue una marca de bebidas a nivel mundial acusada de contaminar la mayoría de los océanos del mundo con plástico. Esto hizo alzar la voz de los ambientalistas y ante eso una penosa caída en credibilidad y reputación de la cumbre que permite la estandarización en las agendas ambientales a nivel mundial de marcas e industrias que contaminan y que lastimosamente lavan su imagen en ser pro medio ambiente.
La implementación vil del Greenwashing una práctica global de algunas corporaciones sin escrúpulos en la que aparentemente se hace creer a la opinión pública y a la sociedad civil de que se existen compromisos ambientales y que en el fondo domina el desinterés y el resguardo de las ambiciones sectoriales que pasan por encima de la estabilidad medio ambiental en muchos países.
Debilita la credibilidad de los ambientalistas serios y la indiferencia de la falta de compromisos de algunas grandes potencias que ya no honraron sus compromisos en compensación y en destinar fondos contra la lucha del cambio climático a países vulnerables Además la falta de voluntad de disminuir por medio de estrategias reales, la dependencia de los combustibles fósiles.
El compromiso aún sin honrar de los países desarrollados era de movilizar cien mil millones de dólares por año (desde el 2019) para el financiamiento de la crisis climática eso deja desahuciados a muchos países pobres de recibir ayuda para hacerle frente al cambio climático. Ante la falta de voluntad y compromiso surge el lamentable efecto de la desconfianza.
Uno de los puntos importantes en la COP26 y la COP27 que resaltan y se acentúan como prioritarios es la eliminación de los subsidios de los combustibles fósiles, pero ante la coyuntura de la pandemia del covid-19 y el conflicto armado Rusia – Ucrania prácticamente deja sin efecto este aspecto porque surgen otras prioridades y la emergencia climática pasa a un segundo plano.
Vladimir Putin ha echado andar un plan tan perverso como su respuesta nuclear ante la derrota de tropas rusas en Ucrania, y en las recientes semanas misiles han diezmado centrales eléctricas, suministro eléctrico a ciudades ucranianas, dejando a oscuras a la población ante el inicio de un invierno crudo, por esa razón urgen medidas prioritarias en las que la misma Unión Europea debe brindar una respuesta de ayuda para que la población ucraniana no muera congelada. Sin duda la siniestra mente de Putin en su afán de aniquilar al pueblo ucraniano.
La energía en Ucrania proviene de fuentes como el carbón y gas natural; el petróleo y las centrales nucleares (Controladas por las tropas rusas principalmente la de Saporiyia) las energías renovables pueden considerarse dentro del porcentaje en un 7.8 %
La trampa mortal tendida por Rusia a Ucrania es acelerar la destrucción energética, cerrar la válvula del gas natural y dejar sin electricidad a muchas ciudades. De paso se lleva de colada a buena parte de Europa.
Hay muchas preocupaciones y prioridades de los países Europeos a raíz del conflicto, que hasta hace algún tiempo dependen del gas suministrado por Rusia, entre ellos Alemania, hacen que se mantenga en emergencia y en alerta para salvaguardar las necesidades de sus ciudadanos, entonces la agenda de compromisos climáticos pasa a un segundo, tercer o cuarto plano.
El veredicto de Sharm El Sheikh culmina (a pesar de las decepciones) en la creación de un fondo de “Pérdidas y Daños” a países vulnerables, afectados en primera línea por el Cambio Climático. Por su parte los gobiernos acordaron de establecer nuevos acuerdos de financiamiento. Asi como instaurar un comité de transición, que se reuniría en marzo próximo.
Aunque El Salvador no volvió a brillar en dicha cumbre, es importante asumir los compromisos de país, principalmente porque somos un país vulnerable, y porque hay una inestabilidad de resguardo y protección, vivimos sujetos a que en cualquier momento( o decisión) vamos a seguir perdiendo áreas naturales y más biodiversidad. Y necesitaremos optar y aplicar por esos fondos de “pérdidas y daños”.