La punta del iceberg: Alabí

Ya no bastan las redes sociales frente a un régimen cómo este. Debe haber más arte, opiniones, reuniones vecinales, manifestaciones y demás que le critiquen. Difundir la verdad es nuestra primera línea de defensa.

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Foto: AFP

Por Andy Failer

2022-01-23 3:38:56

En 2020 interpuse una demanda ante el Tribunal de Ética Gubernamental (TEG) contra el Ministro de Salud, Francisco Alabí, por un contrato de $225 mil en botas de hule que este ministerio le otorgó a una empresa que pertenece a una tía y primos del ministro Alabí, durante el encierro de la pandemia. En octubre de 2021 el TEG inició un proceso sancionador contra el ministro por falta a la ética desde sus funciones públicas, pero el 20 de diciembre de 2021, el TEG emitió otra resolución, esta vez para sobreseer al ministro, justificando que él sólo autoriza las compras pero no elige a los proveedores. El Ministerio de Salud Pública ha sido, en gran medida, una institución opaca durante la pandemia, una opacidad legalizada cuando entró en vigencia la polémica Ley Alabí.

Este miércoles 19 de enero la revista digital Gato Encerrado publicó una investigación que revela que tras la publicación de la nota que hizo pública la compra de las botas de hule a la empresa de los parientes del ministro Alabí, la empresa Autodo S.A. de C.V. hizo cambios en la junta directiva, retirando a los parientes de Alabí. Ahora, el TEG justifica al ministro por ese hecho. Lo que no dice es que ese cambio se generó un día después que GatoEncerrado publicara la investigación sobre la falta de ética de Alabí. Mientras tanto, el presidente del TEG, Néstor Castaneda, no ha atendido ninguna solicitud de ningún medio que haya querido obtener su declaración ante todo lo sucedido.

Es importante no perder de vista que Castaneda fue impulsado por el partido GANA para llegar a presidir al TEG, misma institución que poco o nada hizo ante las faltas a la ética del diputado Gallegos; sus 11 parientes contratados en la Asamblea Legislativa y los miles de dólares –fondos públicos– que movió hacia la ONG de su esposa, son hechos que quedan en la impunidad al igual que Alabí. Históricamente, desde que el TEG existe en El Salvador, sus herramientas han sido muy limitadas para que verdaderamente se castigue a los corruptos. Ahora resulta una fantasía hablar de que se legisle para darle más dientes al TEG, cuando claramente ha habido un retroceso peor, siendo esta otra institución al servicio de Bukele y sus lacayos.

El régimen de Bukele ha secuestrado o cooptado toda la institucionalidad del Estado salvadoreño, lo que digo no son solo palabras al aire, sino que son palabras que surgen tras poner a prueba a las instituciones que deberían velar por el bien público. ¿Si una falta a la ética puede quedar impune que más pueden hacer para autoproteger su corrupción? Este país tiene su marco institucional podrido y el régimen se ha encargado de sacarle provecho. Temo, al igual que muchos, que esta solo sea la punta del iceberg, $225 mil en botas de hule es risible en comparación de todo lo que se está fraguando en Bitcoins en este país. Si ARENA y el FMLN golpearon a El Salvador con su corrupción, el régimen de Bukele lo ha masacrado.

Es duro escribir y visualizar la realidad política de este país. Pero será aún más duro para quienes depositaron su confianza e incluso esperanza en Bukele, cuando abran los ojos y dimensionen la enorme decepción que tendrán enfrente. Mientras tanto, a falta de un Tribunal de Ética Gubernamental y acceso a la información pública, más la imposición de una ley de impunidad para compras relacionadas a la pandemia, a la ciudadanía sólo le queda una cosa: expresarnos. Ya no bastan las redes sociales frente a un régimen cómo este. Debe haber más arte, opiniones, reuniones vecinales, manifestaciones y demás que le critiquen. Difundir la verdad es nuestra primera línea de defensa.

Comunicólogo y político