La diputada Milena Mayorga presentó, el 19 de octubre pasado, a la Junta Directiva de la Asamblea, una pieza de correspondencia que contiene el Proyecto de Decreto de Ley de Protección y Derechos de los Pacientes Oncológicos de El Salvador, para ser conocido por la Comisión de Salud, que hará el correspondiente estudio. Es un proyecto de ley, sobre todo técnico y administrativo, que en eso podría estar bien, pero que le falta todo lo referente al aspecto clínico y asistencial que es lo más importante.
Los pacientes están sufriendo y muriendo aproximadamente a razón de 450 a 500 cada mes por falta de equipos de radioterapia y de medicamentos, lo que hace que los tratamientos de quimioterapia sean incompletos y fracasen… El documento contempla la creación de una Comisión Nacional contra el Cáncer, que claramente es una comisión política con varios ministros, directores de Instituciones y presidentes de otras, sin la presencia de ningún experto en Oncología, Control y Prevención de Cáncer, ni en Programas Nacionales de Cáncer.
En su campo de aplicación (Título 1) incluye al ISSS, que ya tiene su propio Programa de Cáncer totalmente independiente. En otros incisos habla de tratamientos en el extranjero..(¿?) y de medicina alternativa….(¿?). Dicha Comisión Nacional (Titulo II), sin expertos, es definida como “instancia consultiva con autonomía técnica” que “elaborará, supervisará y evaluará la Política Nacional contra el Cáncer… y recomendará directrices”. Todo esto es muy preocupante y sin ninguna sustentación… Quedaría para un futuro, sine die, la urgente adquisición de Aceleradores Lineales para Radioterapia, a los que no pueden acceder cientos de pacientes cada año…. Y de medicamentos para administrar las quimioterapias de forma completa y efectiva. Además, hay que tener una Dirección General y un Directorio Central de alta competencia y calidad para gestionar un Programa Multidisciplinario de mucha complejidad… Todo esto sin mencionar que la diputada Mayorga, quizás en medio de alguna reciente polémica, puede generar controversia y obstáculos que retrasen la urgente decisión. Decisión médica humanitaria de gran urgencia y necesidad, que debe tomarse sin consideraciones partidistas, ni de ninguna otra clase.
Ese extenso documento-ley lo recibió la diputada Mayorga de parte de la Asociación Salvadoreña de Pacientes Oncológicos (ASPO), que a su vez lo obtuvo de una asociación afín en el Ecuador, y que ha estado en poder de la diputada Mayorga desde hace más de un año.
Por la premura que imponen los pacientes con cáncer sin tratamiento, y las muchas vidas en alto riesgo, debería aprobarse, por medio de una disposición transitoria, el inicio del Programa de Prevención y Control del Cáncer, o al menos las medidas urgentes necesarias y los recursos que hacen falta para esos tratamientos absolutamente indispensables, mientras se procede al estudio y a la redacción final del proyecto de ley presentado.
Estas medidas de extrema importancia y urgencia no solo salvarían miles de vidas de ciudadanos salvadoreños, también ahorrarían cientos de millones de dólares anuales a las finanzas del Estado, lo cual justificaría la aprobación inmediata de esa disposición transitoria y el poner al cáncer en el centro de los planes de Salud.
Oncólogo. Experto. Consultor en Programas de Cáncer