Crónica de un desastre anunciado

La Asamblea tiene que conocer a fondo esta situación y coadyuvar a una toma de conciencia y a la voluntad política y habilitar los recursos necesarios, que no son nada comparados a las exorbitantes sumas gastadas en el covid, para poner cerco a la cruel enfermedad del cáncer.

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Un elefante marino sorprendió a vecinos de Puerto Cisnes, en Chile. Pobladores y autoridades realizaron un arduo trabajo para devolver al animal al mar. Fotos captura de videos

Por Raúl Lara Menéndez

2020-10-06 7:16:48

El título de este artículo recuerda el titulo de la novela de Gabriel García Márquez, Crónica de una muerte anunciada. En esa novela, todos en el pueblo saben que una muerte va a ocurrir y nadie hace nada por evitarlo. En nuestro caso, todos también, saben que ocurren, no una, sino miles de muertes por cáncer, y se puede decir que casi a nadie pareciera importarle y que casi nada se está haciendo para evitarlo.
Realmente, el desastre y la tragedia del cáncer en el país se anunció hace tiempos, cuando ya sucedía desde mucho antes. Nunca, nadie se preparó para combatir al cáncer. Su sola palabra era, y es para muchos, una sentencia de muerte, que paraliza de temor y de pánico, dejando a las víctimas sin reacción y minando cualquier esfuerzo y esperanza de salir adelante en la lucha. Mientras tanto, las autoridades de Salud siguen mirando hacia otro lado y no se dan cuenta en su ignorancia o indiferencia de que son miles los casos que pueden prevenirse y hasta curarse, con un bien gestionado Programa de Prevención y Control de Cáncer, lo que además de salvar muchas vidas, también mejoraría las finanzas del Estado mediante el considerable ahorro en costos directos e indirectos por varios cientos de millones de dólares anualmente, como ya lo he explicado en anteriores artículos y entrevistas de prensa y televisión.
Las cifras globales de incidencia del cáncer en la región y en el mundo son bien conocidas y se sabe que desde el inicio del milenio en el 2000 se tenían 10.5 millones de casos nuevos en el mundo, y para el 2020, se calculan 17 millones de nuevos enfermos y 8 millones de muertes; de estas, 2/3 ocurrirán en países en vías de desarrollo. Ante estas estadísticas, la OMS, consciente del grave problema, ha declarado por primera vez, a la lucha contra el cáncer, una prioridad principal. En agosto de 2008, la Unión Internacional contra el Cáncer (UICC) establece 11 objetivos que todos los países deberían alcanzar para el 2020… Apenas y sobrecoge decir que ningún objetivo fue alcanzado por El Salvador, la mayoría ni se intentaron. En septiembre de 2011, la ONU hizo comprometerse a todas las naciones miembros, a una Declaración Política para enfrentar de la mejor manera el cáncer, firmándose un Compromiso Global. En nuestro país no se realizó ninguna medida concreta y efectiva. En 2013, en Ciudad del Cabo, la UICC renovó la Declaración Mundial sobre el Cáncer, instando a un compromiso de los gobiernos con los líderes y expertos nacionales en la lucha contra el cáncer. Esto no se cumplió en absoluto, ignorando el compromiso adquirido.
En noviembre de 2014, en Melbourne, en la Cumbre de Líderes en Cáncer, se determinó que la inversión en el control del cáncer es vital para reducir la morbi mortalidad y la incidencia, mejorando los resultados y la calidad de vida, al tiempo que se mitiga el impacto de la enfermedad en la economía nacional.
Esto tuvo como respuesta en El Salvador meses después, al nombrar un consultor-asesor, avalado por el Banco Mundial con el más alto puntaje posible, para la elaboración pormenorizada de un programa de prevención y control de cáncer, el cual se entregó al MINSAL en mayo de 2016. No se tiene conocimiento de que dicho programa, completo en todo sentido, haya sido implementado y desarrollado como tenía que ser. En febrero de 2016 se recibieron en el MINSAL las recomendaciones finales de la misión integrada para Programas de Acción en Tratamientos de Cáncer imPACT, que como era de esperarse, coincidían con el Programa presentado.
Esta misión internacional hizo varias visitas al país desde febrero de 2015. Se tuvo un taller estratégico multi -institucional en julio de 2016, con la presencia de imPACT, AIEA, OPS y el MINSAL para revisar la planificación de las acciones a tomar. Hasta el momento se desconocen las acciones concretas tomadas, si las hubo, de esa importante reunión. Así las cosas, esta es tristemente la Crónica de un Desastre Anunciado y la receta inequívoca para fallar estrepitosamente en la atención debida a la segunda causa de muerte en el país y una de las mayores y mas graves amenazas para la salud. La administración actual conoce o debería conocer la penosa y extrema situación del cáncer en el país, pero ha encontrado en el coronavirus, el argumento de fuerza y la excusa perfecta para desatender aún más, lo que por mucho tiempo ha desatendido.
El 11 de noviembre de 2019 y el 17 de enero de 2020, tuve sendas reuniones en el despacho del Viceministro de Salud, Dr. Carlos Alvarenga, ante quien expuse la imperante realidad nacional en cuanto al cáncer, en toda su apabullante y dramática crudeza, con hechos y datos irrebatibles. Le hice ver los 10 principales factores adversos que afectan en forma directa la situación que se vive. También le hice notar las 10 principales políticas y estrategias que se deben adoptar cuanto antes para ponerle paro a las extremas condiciones aludidas de indiferencia y abandono. El Viceministro se mostró muy preocupado y dispuesto a revisar todos los aspectos presentados. Una tercera reunión prevista ya no fue posible tenerla, al estallar la pandemia del covid, la cual injustamente ha confinado en un enorme vacío de indiferencia y abandono a un gran numero de pacientes con un cáncer comiéndoles por dentro y sepultando sus esperanzas.
La Asamblea tiene que conocer a fondo esta situación y coadyuvar a una toma de conciencia y a la voluntad política y habilitar los recursos necesarios, que no son nada comparados a las exorbitantes sumas gastadas en el covid, para poner cerco a la cruel enfermedad del cáncer.
ALGO HAY QUE HACER…….ALGO TIENE QUE CAMBIAR……
ESTA CRÓNICA DEBE TENER OTRO FINAL

Oncólogo. Experto. Consultor en Programas de Cáncer