El gobierno del señor presidente Nayib Bukele tiene por delante 1,822 días para desarrollar la administración de la seguridad pública y ciudadana. El Ministro de Justicia y Seguridad, Director de la Policía Nacional Civil, Ministro de la Defensa Nacional han sido juramentados (al cierre de esta nota no habían sido nombrados e informados los demás funcionarios del gabinete de seguridad). El señor presidente, en su mensaje inicial del sábado anterior, manifestó: “Debemos decidir nosotros mismos que debemos dejar de matarnos” y utilizando una historia con su padre describió que le enseño que “la justicia debe ser para todos”, en un mensaje que no fue para analistas, expertos, generadores de opinión sino para sus votantes y seguidores presentes en la plaza, no para la Nación.
Es usual esperar las líneas estratégicas de los presidentes en sus primeros cien días, tradición que se originó en los Estados Unidos cuando el presidente Roosevelt desarrolló programas para mejorar y estabilizar la difícil situación económica en medio de la crisis de la tercera década del siglo pasado; desde entonces es tradición en aquella nación y en el mundo. El Salvador no es la excepción. Por lo anterior debe ser un periodo que permita organizarse, planificar, desarrollar las estrategias y ya dentro de las instituciones se darán cuenta de las limitantes, pero también de oportunidades.
La inseguridad, crimen, violencia y otras variables delictivas, en mi opinión, son el principal desafío en este periodo. La luna de miel con sus votantes y seguidores le permitirá que todos los otros planes, proyectos, ministerios en beneficio de la población comiencen a desarrollarse, crecer y cumplir.
En estos primeros cien días es deseable y prioritario, en primer lugar, trabajar en una política criminológica integral con enfoque preventivo, seguridad pública y defensa nacional, mejorar y fortalecer el Plan Cuscatlán en seguridad con participación de otros sectores y actores. Esto nos brindará los compromisos de la administración y cómo esperan entregar el país y establecer una visión de mediano y largo plazo, establecer los indicadores de gestión cualitativos y cuantitativos, las diferentes estrategias, privilegiar y respetar a las víctimas, buscar el acercamiento con el Órgano Judicial y la Fiscalía General de la República, trabajar de inmediato en la motivación, condiciones y prestaciones del personal de la PNC, FAES y centros penales, mantener y fortalecer el Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana y Convivencia (CNSCC).
El liderazgo del señor presidente Bukele es fundamental para que otras carteras e instituciones apoyen al Ministerio de Justicia y Seguridad, considerar que la prevención, cultura de paz y justicia no continúen en el mismo ministerio. Los ciudadanos están siendo afectados en muchos sectores principalmente por control territorial que le permite al crimen organizado, extorsionar, asesinar, robar y desaparecer personas. En estos territorios hay problemas criminales y no sólo sociales.
Señor presidente Nayib Bukele y su gabinete de seguridad, que Dios les bendiga y les brinde sabiduría para dirigir y conducir la seguridad pública y ciudadana, que tengan éxito y sobre pasen sus expectativas y de la población; desde esta columna siempre estaré propositivo y con respetuosas sugerencias felicitando y promoviendo las buenas decisiones, los cambios y transformaciones en beneficio de los ciudadanos.
Experto en seguridad y criminología