Pandemia: La civilización enmascarada y su “mundo maravilloso”

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“Por hoy la Comisión Municipal de Protección Civil no tiene datos (oficiales sobre la afectación del covid en el municipio) el Ministerio de Salud, no lo quiere compartir, no podemos ser efectivos en la estrategia de apoyo al Ministerio de Salud”, dijo el alcalde. Foto EDH/ Iliana Ávila

Por Carlos Balaguer

2020-07-23 3:18:49

¡Silencio y pánico: amordazada confesión de una civilización de máscaras humanas! Más que usar preventivamente el antifaz de la epidemia, el mundo cubre las risas, palabras de amor, verdad y piedad que olvidó decir. Acechada por un invisible enemigo –surgido acaso en las probetas de un siniestro mago; de un castigo de la naturaleza o desde las sombras de la Historia– una letal criatura microscópica pone de rodillas a esta poderosa, brillante e impiadosa civilización. La misma que olvidó reír, vivir en paz y compartir el “Mundo Maravilloso” que nos fue otorgado en los albores de la Creación. El mismo que ha ensombrecido con la neblina tóxica de su “progreso” y con el fuego infernal de sus guerras genocidas. ¡Tan difícil obtener la felicidad y tan fácil perderla! –es la paradoja de la Humanidad. El canto de paz de Louis Armstrong es utopía: “Veo verdes árboles y rosas rojas que florecen para ti y para mí. Y digo para mí… ¡Qué mundo maravilloso! Veo cielos de color azul y nubes de blancura. El brillante y bendecido día, la oscura y sagrada noche y digo para mí… ¡Qué mundo maravilloso! Los hermosos colores del arco iris también están en las caras de la gente que pasa. Veo amigos estrechando sus manos y diciendo “¿Cómo estás? En realidad, dicen “Te quiero”. Oigo a niños llorar, los veo crecer y aprender mucho más que lo que yo nunca sabré y -¡Sí!- digo para mí… ¡Qué mundo maravilloso!” <palabrasbalaguer.facebook.com