Victoria de perdidas batallas

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Aunque las autoridades insisten en que las personas no salgan de casa, los vendedores hicieron largas filas para poder recibir su ayuda. Foto EDH/ Lilian Martínez

Por Carlos Balaguer

2020-07-14 7:00:05

Una batalla perdida en la vida no es una vida perdida en la batalla. Estorbos e impedimentos del sendero de la existencia suelen conducir al éxito. En la carrera de obstáculos equina el caballo que llega a la meta no es ni el más veloz, ni el más fuerte ni bello, sino aquel que supera todos los obstáculos. El jinete es nuestra alma inmortal que, guiando y dominando su destino, arriba al fin del ideal. En el camino de la felicidad suelen haber piedras, sombras, abismos y abrojos.

Ellos son el precio de llegar a ella. “Todas las batallas en la vida sirven para enseñarnos algo. Inclusive aquellas que perdemos”, escribe Paulo Coelho. Es la victoria de las batallas perdidas.

La vida es una escuela de gladiadores romanos. Sólo quien aprende de las batallas puede vencer en la arena de los coliseos. No hay mayor lucha perdida que aquella que no se intenta, dice el conocido axioma.

El único gladiador vencido es aquel que no se levanta después de caer. Las caídas nos hacen más fuertes y enseñan a erguirnos vencedores al sol. No esperes premios ni aplausos. En el gran Coliseo de la vida estamos solos. Nadie está ni aplaude en las graderías. Sólo tu espíritu inmortal recibe la gloria de vencer a solas. Como solos llegamos al Circo romano. <palabrasbalaguer.facebook.com>