Los mapas del renacimiento

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San Salvador, 20 mayo de 2020 Habitantes de mesones del barrio La Vega, en San Salvador, demandan falta de ayuda gubernamental y municipal para alivar la hambruna que ha provocado las restricciones por la pandemia en El Salvador. Son alrededor de 100 familias las que se han quedado sin trabajo y, por lo tanto, sin ingresos para comprar comida. En su mayoría son vendedores ambulantes, amas de casa y ancianos y niños que dependen de otras personas. Foto EDH/ Yessica Hompanera

Por Carlos Balaguer

2020-05-20 5:35:32

El místico, de piel azul y cabellos dorados, sacó un pergamino y nos lo entregó. Era un mapa de glifos y trazos, orientados a los cuat, las aguas; “Pritvi, la tierra, y “Vayu”, el viento estelar. “Deben buscar el lugar de su renacimiento”, dijo el asceta, induciéndonos con la meditación profunda al Samâdhi, que es el desprendimiento de la consciencia. Nuestro espíritu se separó de nuestro cuerpo. Lo que significaba en cierta manera morir, dejar de ser lo que habíamos sido en nuestro distante planeta Tierra. “Somos ilusión cósmica del tiempo —polvo de estrellas— de lo que están hechos planetas, galaxias y el mismo Infinito” , afirmaba la astrofísica. La fusión de átomos causa la luz estelar y la de nuestro interior. Los viajeros terrestres buscábamos el asombro universal, pero al ver nuestro interior descubrimos la mayor de las maravillas. Amándonos, Karuna y yo, queríamos ser uno solo al abrazarnos y entregarnos. Pero la invisible nube de electrones del campo magnético separaba nuestros cuerpos, volviendo ilusión el breve tacto en nuestra piel. (XXXV)