La brillante careta de la fortuna

descripción de la imagen
El velocista olímpico Usain Bolt celebra tras anotar un gol para el club de fútbol A-League Central Coast Mariners. Foto: AFP

Por Carlos Balaguer

2021-04-07 7:45:39

Asesino de su propia gloria el último “Mascarada” del “Circo Orión” iría por los caminos, rompiendo romances y antifaces de eterno reír. “Re-ir”que es “volver a ir”. Después de largos años el hombre de las caretas vivientes encontró en la plaza una máscara codiciada por todos. ¡Sonriente y luminosa estaba forjada en oro puro como las ilusiones! Después se fue ansioso al carromato a vestir su rostro con ella. Antes que nada se quitó la máscara de gacela que llevaba puesta. Entonces -al ver su imagen borrada en el espejo- lanzó furioso contra el cristal el brillante mascarón. Un espejo más quedó roto a sus pies. Después de un momento recogió la máscara maravillosa y se la puso encima para ocultar sus lágrimas a la vida. Días después salió a escena. Todos quedaron maravillados por su nuevo y resplandeciente mascarón. La tan buscada careta de la felicidad. La misma que reía brillante y perversa como las imposibles ilusiones. Muchos admiraron la áurea sonrisa del enigmático actor. Otros sintieron envidia en su interior. Porque cada uno de los espectadores había perdido alguna vez la máscara dorada de su risa. Aún el mismo comediante la habría de perder al final de la vida, dejándola nuevamente olvidada en el rastro del camino. (XXXVIII) <“La Máscara que Reía” de C. Balaguer>