Las Tecnologías de la Información y Comunicaciones (TICs) y el futuro del empleo

.

descripción de la imagen
En este año, la Fiscalía ha informado sobre varios casos de policías que están siendo procesados por abusos policiales, homicidios o privaciones de libertad. Imagen de referencia. / Foto Por Referencia

Por Hugo Martínez

2019-08-23 3:47:51

Algunas veces disfrutamos la comodidad de pedir a Siri o Alexa que nos lea los titulares de los principales medios internacionales. También nos maravillamos escuchando que en un viaje de Toronto a Miami, en un vehículo Tesla, el 80 % del camino fue conducción automática. Otras, simplemente pasamos desapercibidos y no recordamos cómo eran los procesos antes, desde tomarse una fotografía hasta hacer una transferencia bancaria.

Lo cierto es que las tecnologías de la información y comunicaciones (TICs) juegan cada vez un papel más clave en nuestras vidas, nos ahorran procesos, nos ofrecen resultados y, en resumen, hacen más fácil nuestro día a día.

Pero también es cierto que con la automatización de muchas tareas y servicios, una buena cantidad de empleos ha sido y seguirá siendo sustituida por las computadoras, los algoritmos y la inteligencia artificial. Por esa razón, hay una creciente preocupación sobre el impacto que tendrá esta ola, esta cuarta revolución industrial. En países como El Salvador donde estos cambios, si no tomamos medidas, se darán en un contexto de fragilidad del empleo y de pocas condiciones de preparación para enfrentarlos o aprovecharlos de la mejor manera.

Hay varios factores estructurales que se deben abordar, pero tomemos como referencia la productividad que, según un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en América Latina la productividad por trabajador era solamente un 29 % del equivalente de los trabajadores en Estados Unidos en 2016. Esto evidentemente no solo se debe a las diferencias en la automatización, sino también al desacople de competencias y, definitivamente, es difícil tener una competitividad global con esos desempeños.

Tomando en cuenta que no podemos aislarnos de esta ola automatizadora, lo indicado es generar las condiciones para aprovecharla de la mejor manera y esperar poder subirnos en la cresta de esta para mejores resultados.

El primer paso debe ser invertir en la educación y generación de competencias, rompiendo esa brecha entre la formación real que cada persona ostenta y la formación ideal que debería mostrar en este nuevo contexto; tomando en cuenta que los patrones de formación estáticos han quedado en el pasado y que se requiere un sistema permanente, con capacidad de actualizarse y generar condiciones para que cada persona siga aprendiendo a lo largo de la vida.

En segundo lugar, es importante generar la infraestructura necesaria que nos permita un mejor aprovechamiento de las tecnologías de la información y comunicaciones. Así como en su tiempo se crearon las carreteras y vías férreas para una mejor circulación de las personas y las mercancías, ahora debe invertirse en banda ancha, en plataformas tecnológicas, en incubadoras de inteligencia artificial para poder circular nuevas mercancías, servicios y mantener conectadas a las personas.

En tercer lugar, hay que volver a considerar y fortalecer los mecanismos de protección social, teniendo en cuenta que, con la automatización, probablemente habrá más trabajadores por cuenta propia que deben formar parte, dando los aportes y teniendo los beneficios de la llamada economía formal.

En cuarto lugar, se deben crear programas que faciliten la transición estable y ordenada de aquellos trabajadores cuyas funciones puedan potencialmente ser impactadas o sustituidas hacia otras funciones en la economía o hacia nuevos empleos que van surgiendo producto de los cambios tecnológicos.

En quinto lugar, es evidente que esto requiere de inversiones importantes en dos factores clave: infraestructura y talento humano; por esta razón deben hacerse no solamente los aprovisionamientos públicos, sino también involucrar al sector privado y estar abiertos a los apoyos que siempre han ofrecido tanto los organismos multilaterales como la cooperación internacional.

Tenemos un gran reto. Debemos aprovechar las nuevas tecnologías, no solamente para facilitar nuestras vidas en particular, sino también para lograr un mayor desarrollo de nuestra sociedad.

 

Ex Canciller