Las opciones

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Arévalo es profesional del tenis desde 2012. / Foto EDH Archivo / Foto Por Archivo

Por José Portillo

2019-01-09 7:42:43

Este próximo 3 de febrero tendremos la oportunidad de pararnos frente a las urnas y decidir quién gobernará durante los siguientes 5 años los destinos del país, decisión que debemos tomar con la mayor amplitud de criterio posible, odio, ego y resentimiento son malos consejeros a la hora de elegir por quién votar. Debemos evaluar a cada candidato por sus propios méritos, que es realmente lo que podemos cuestionar en una persona. A continuación mi análisis de los competidores.

El candidato a presidente del FMLN es sin lugar a duda la mejor carta que dicho instituto político pudo proponer, quien resultó electo producto de unas internas que su partido se rehusaba a tener. Es imperante reconocer que ha realizado una campaña propositiva, en su participación en entrevistas y el debate ha sido respetuoso, estructurado y mesurado. Martínez es un profesional cuyo problema principal es que representa la continuidad en el poder del actual gobierno, ya que ha sido parte de las últimas dos administraciones. Su posición con respecto a las crisis políticas y humanitarias en Nicaragua y Venezuela es condenable. Un verdadero demócrata debió haber pronunciado de forma contundente su rechazo, y apoyar los esfuerzos internacionales realizados para restablecer la democracia en ambas naciones.

En 2014 tuvimos a Elías Antonio Saca como tercer competidor; hoy tenemos corriendo por la bandera de GANA a alguien que representa lo mismo que el ahora condenado. Ambos bachilleres, populistas y con varios integrantes en común en sus equipos de trabajo. La popularidad del sucesor de Saca se basa en una retórica antisistema, y digo retórica ya que si en realidad estuviera en contra de los partidos ya establecidos, nunca se habría inscrito en el FMLN o GANA, ambos institutos parte de lo que él supuestamente critica.

En adición, el candidato de GANA ha demostrado una incapacidad total para proponer soluciones a los problemas reales del país. A estas alturas no se entiende si no los conoce o no sabe qué proponer. Su ausencia en el debate organizado por la Universidad Nacional terminó de confirmar las sospechas de miles: que sin su tablet y en un set real, no tenía posibilidad alguna contra los otros competidores. Quedó al descubierto que criticar de forma reaccionaria e incendiaria desde su cuenta de Twitter es su única herramienta de trabajo en esta campaña, con la cual nos ha logrado sumir en una confrontación sin precedentes, dado su afán por sembrar odio y división.

Después nos encontramos con Carlos Calleja, una persona que nunca ha ejercido un cargo público y que por su posición económica tampoco necesita hacerlo. Graduado de dos universidades de primera categoría a nivel mundial, reconocido en la empresa privada por su aporte a la empresa familiar, en la cual propició su modernización y la ayudó a incursionar en otros rubros de negocio. De este candidato hemos escuchado propuestas, quien lo ha conocido personalmente reconoce su carácter humilde y sencillo, pero más importante aún, como país hemos sido testigos de su capacidad de trabajo. Es evidente que ningún otro candidato ha recorrido el territorio de la manera que Calleja lo ha hecho. El contacto genuino con la población inevitablemente lo expone de primera mano a los problemas e ilusiones de la mayoría. Es decir, mientras otro critica, Carlos trabaja.

Josué Alvarado es el cuarto candidato en contienda, un hombre trabajador, que en 2018 buscó una diputación bajo la bandera de otro instituto político. Desafortunadamente, como partido nunca encontraron un mensaje que pudiera conectar con el electorado, entraron tarde a la contienda, y en el debate de la UES su participación dejó mucho que desear. Ojalá en el futuro se reorganicen y puedan presentar una propuesta que emocione.

Con las opciones planteadas debemos preguntarnos; ¿Queremos un populista? ¿Estamos dispuestos a elegir a alguien sin formación profesional para la silla presidencial? ¿Queremos continuidad del actual gobierno? ¿Cuál es el candidato con mayores posibilidades de generar confianza a la empresa privada local y extranjera? ¿Cuál es el candidato que ha demostrado estar más dispuesto a entrar en contacto con el electorado? ¿Quién puede conformar el mejor equipo de trabajo? ¿Queremos seguir eligiendo funcionarios que se reciclan en puestos de gobierno? ¿Se puede conocer los problemas del país sin recorrerlo? ¿Quién ha presentado las mejores propuestas?

Le recuerdo: ejercer el sufragio no solo es un derecho, sino también un deber ciudadano. Usted decide por quién votar, solo le pido que entre este día y el 3 de febrero dedique tiempo para reflexionar su decisión: es el futuro de El Salvador el que está en juego, no le podemos fallar.

@jpelsalvador