La última década ha traído tantos cambios a nuestras vidas y las ha modificado al punto que, el mundo en el que hoy vivimos, es increíblemente distinto al que pudimos imaginar, y ha pasado tan poco tiempo! La tecnología ha permeado todos los procesos industriales, educativos, laborales, familiares, personales y, por supuesto, migratorios.
Recuerdo cuando hace ya varios años, el formulario para aplicar a una visa de no inmigrante de Estados Unidos era media hoja de papel tamaño carta, se llenaba a mano, admitía enmendaduras y la información era bastante escueta, básicamente establecer como clasificación “turista” podía resolver la situación.
Ese formulario cambió y se convirtió luego en el Formulario DS 156, ya una plantilla que se llenaba por computadora, se podía guardar, era más amplio en cuanto a las preguntas que realizaba a los aplicantes, y los hombres tenían una aplicación suplementaria.
Luego apareció el formulario DS 160, que vino a sustituir al anterior, siempre agregando más preguntas y apostándole a tener un perfil más cercano del solicitante de visa.
Surge posteriormente la plataforma ustraveldocs.com en la que se sistematiza el llenado de formularios de aplicación de visas de no inmigrante, gestión de citas para la embajada —ya no solo por teléfono, que también tuvo su evolución, pero esa es otra historia—, boletas para pagos de tarifas de visa, entre otros. Esta plataforma es crucial hoy en día para los procesos consulares.
Y en este contexto surge un renovado formulario DS 160, llamado “formulario inteligente”, porque determina qué información solicitar, de acuerdo con las generales del aplicante. Este es el que se usa en la actualidad y deber ser llenado en inglés, es mucho más extensivo en las preguntas y sustituyó a sus antecesores; es más se puede decir que es la compilación de tres formularios de visa en uno.
Ahora bien, aquí viene lo interesante: la tecnología ha modificado los procesos migratorios. Hablando de visados de turista, por ejemplo, hoy en día no existe posibilidad alguna de llenar la aplicación de visa, más que en las diferentes plataformas electrónicas existentes.
Esta solicitud ya no se lleva físicamente a la entrevista, sino que se llena, se firma y se sube electrónicamente al sistema; a la Embajada sólo se presenta la confirmación de que se realizó el proceso, y lo mismo sucede con las citas. Esto es así, para salvaguardar la información de los solicitantes. ¿Es complejo? Realmente no, pero como todo tiene sus particularidades.
En el caso de los procesos de visa de inmigrante (residencias por petición familiar) por ejemplo, poco a poco se fue sustituyendo el papel y casi han desaparecido las instrucciones escritas.
Todo es enviado al correo electrónico registrado, y en la plataforma electrónica CEAC se puede hasta “textear” sobre el caso, los pagos se pueden hacer electrónicamente, los formularios se llenan en línea, y con la más reciente actualización que hubo al sistema, ya los documentos se escanean y se suben. Olvidémonos del correo postal.
Al paso que vamos no dudo que en un futuro no muy lejano se dejará de asistir a entrevistas a las Embajadas o Centros de Inmigración, lo cual reducirá costos y logística y las entrevistas de visa serán virtuales, si señores, la tecnología nos ha permeado.
Directora COIMSAL, asesoría migratoria.