La seguridad del país, sin confrontaciones

Para el logro de resultados contundentes y sostenidos se hace indispensable la colaboración entre los órganos fundamentales del Gobierno, que operen los frenos y contrapesos, pero que se supere por completo el viejo esquema de confrontación.

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Hoy en día se puede encontrar una gran variedad de condones. Foto / Shutterstock

Por Ricardo Esmahan

2019-07-15 6:40:34

Opinar sobre seguridad como política de estado requiere conocimientos muy especializados. Cuestionar las gestiones gubernamentales para combatir la inseguridad exige de mucha prudencia.

Se requiere de seriedad y mucha responsabilidad en la implementación del Plan Control Territorial y mucha responsabilidad en no dedicarse a descalificar a personas y a partidos políticos de oposición.

Por ejemplo, se ha conocido que los planes concretos del gobierno de cómo invertirá $109 millones de los $200 millones de un préstamo que pide que la Asamblea le apruebe para reforzar las fases 1, 2 y 3 del plan de seguridad a la fecha no existen.

Considero que la responsabilidad de los gobernantes para atender y lograr resultados contundentes en este tema es sumamente delicada. Las diferentes administraciones han implementado planes cuyo compromiso ha sido resolver esta problemática tan fundamental para llevar la tranquilidad a la población, mitigar el sufrimiento de las víctimas de la delincuencia, evitar el perder tanto joven en manos de las pandillas, lograr la reactivación económica para muchos negocios agobiados por la extorsión.

Ha sido positivo el esfuerzo realizado para cortar el nexo de comunicación de los líderes pandilleros recluidos en los penales para conducción de la criminalidad en los barrios y colonias, para cortar posibilidades de contraataques a la PNC y la Fuerza Armada, que están al frente de las acciones de control territorial.

Para el logro de resultados contundentes y sostenidos se hace indispensable la colaboración entre los órganos fundamentales del Gobierno, que operen los frenos y contrapesos, pero que se supere por completo el viejo esquema de confrontación.

La Asamblea Legislativa, desde sus funciones constitucionales, debe escalar niveles de colaboración con los demás órganos de gobierno. Debemos construir entre todos esa visión de país, esas políticas de Estado que nos permitan salir de la inseguridad ciudadana, la inseguridad jurídica, la corrupción en la cosa pública, el estancamiento económico, en fin, las pestes que no dejan tener el país que soñamos.

El Órgano Judicial, de igual manera, debe ponerse trabajar a la altura de las exigencias que la precaria situación de seguridad requiere. Los jueces, sometidos a la Ley, deben ejercer el balance haciendo prevalecer el interés general. Y no solo los tres órganos fundamentales de Gobierno están llamados a focalizar sus esfuerzos para llevar la seguridad a la ciudadanía y así tomar plenamente el control territorial por parte del Estado. La responsabilidad constitucional la tienen todos los órganos de Gobierno. Si bien, conforme al artículo 86 de la Constitución, todos los funcionarios al frente de estos despachos son solo representantes del pueblo y deben actuar únicamente con las funciones que emanan de la Constitución y la Ley; ellos deben en estos tiempos dar lectura correcta a la coyuntura y visualizar que la colaboración entre los órganos de Gobierno es fundamental.

En el tema de seguridad, a fin de que se realice el plan el Estado debe retomar el control de todos los territorios y reducir a las bandas criminales a su mínima expresión; arrinconemos a pandillas que se han apoderado de barrios y colonias sometiendo a la población honrada. Los diferentes Órganos deben focalicen sus esfuerzos, colaborar entre sí en el ejercicio de sus funciones pública sin descalificarse. Si se realizara una encuesta sobre qué se debería hacer para reducir los delitos y la violencia, probablemente, gran parte de la población respondería que solo son necesarios más policías en las calles dedicados a prevenir el crimen y atrapar a los delincuentes. Sin embargo, la evidencia indica que esta medida por sí sola no alcanza y que las fuerzas de seguridad no son las únicas responsables de prevenir y controlar el delito.

Exministro de Economía