La rehabilitación es clave en el país

Según un estudio elaborado por World Prision Brief en el 2018, nuestro país ocupaba la tercera posición a nivel mundial en superpoblación carcelaria, detrás de Haití y Filipinas. Siempre en el mismo estudio se determinó que nuestro país ocupaba en el 2018 el segundo lugar, detrás de EEUU quien encabeza la lista en tasa de población encarcelada. El Salvador tiene 597 reclusos por cada 100,000 habitantes (Datos de World Prision Brief).

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Jorge Arreaza. Foto AFP

Por Luis Enrique Contreras Reyes

2019-04-26 5:24:41

Uno de los aspectos más oscuros de la actualidad de El Salvador es el enorme hacinamiento que existe en sus cárceles. Se ha tenido 38,724 internos en las cárceles salvadoreñas, cuya capacidad es de 14,300, según cifras de la Dirección de Centros Penales. Ello sin contar los aproximadamente 5,000 reos que se encuentran recluidos en los llamados calabozos o bartolinas de la policía, que esperan la sentencia o, simplemente, la depuración de su proceso.

Según un estudio elaborado por World Prision Brief en el 2018, nuestro país ocupaba la tercera posición a nivel mundial en superpoblación carcelaria, detrás de Haití y Filipinas. Siempre en el mismo estudio se determinó que nuestro país ocupaba en el 2018 el segundo lugar, detrás de EEUU quien encabeza la lista en tasa de población encarcelada. El Salvador tiene 597 reclusos por cada 100,000 habitantes (Datos de World Prision Brief).

El hacinamiento y las malas condiciones que prevalecen en las cárceles de nuestro país han sido denunciados en diversas ocasiones por la propia Comisión de Derechos Humanos de El Salvador. Sin embargo, existe un programa que está poniendo en práctica la Dirección de Centros Penales de El Salvador desde 2014 y que se ha convertido en el modelo de gestión penitenciaria en nuestro país.

Este proyecto, además de evacuar las cárceles, permite a los reos obtener herramientas y conocimientos que faciliten su reinserción a la sociedad. Se trata del programa “Yo Cambio”; comenzó en el 2018 con la participación de 1,200 internos considerados de baja peligrosidad. El objetivo anual de “Yo Cambio” es que estos reos hagan trabajo comunitario y ayuden a reparar escuelas públicas en todo el territorio salvadoreño.

Ya se tuvieron resultados tangibles de este programa de reinserción. En diciembre del 2017 se llevó a cabo en San Salvador, el Primer Festival del programa “Yo Cambio”, en el pabellón siete del Centro de Ferias y Convenciones. El Festival tuvo una duración de tres días. Los asistentes pudieron comprar productos que han sido elaborados por los reos con materiales como madera, hilo, cerámica, bambú, entre otros. Los centros penitenciarios que participaron en dicho festival son los de San Miguel, San Vicente, Apanteos, Sensuntepeque, Metapán, Usulután, Sonsonate, Penitenciaria Occidental y Central La Esperanza y el Centro de Readaptación de Mujeres de Ilopango, siendo estos los centros penitenciarios del programa “Yo Cambio”.

La reinserción de reos en vital para reconstruir el tejido social resquebrajado. A toda persona que cumple su condena y se involucre en programas de rehabilitación para enmendar su pasado delictivo o criminal, el Estado debe brindarle el apoyo necesario. La seguridad pública la conforman tres elementos de vital importancia: la prevención del delito, la persecución y la rehabilitación. Esta última poco popular y de poco impacto mediático. Sin embargo, no debe descuidarse la expansión que están teniendo los territorios controlados pos las maras y pandillas, a esto en seguridad ciudadana se les conoce como Estados Vacíos; zonas específicas y delimitadas donde la operatividad pandilleril posee un terreno fértil delictivo y criminal. Es imprescindible la recuperación por parte de las autoridades de estos territorios controlados por las maras y pandillas, porque de no hacerlo, la reinserción será infértil. Al salir muchos reos rehabilitados serán perseguidos y coaccionados por estas estructuras criminales a delinquir nuevamente condicionándolos con su propia vida. Es plausible la implementación de proyectos de rehabilitación para reos, pero debe ir articulado y coordinado con las otras aristas de la seguridad pública que volverán estos esfuerzos perdurables en el tiempo y más exitosos.

Politólogo y consultor en seguridad@LuisSaxum