La erosión democrática: el informe de IDEA Internacional

El informe de IDEA nos previene sobre los riesgos que enfrenta la democracia en el siglo XXI. Si bien repara sobre el desgaste que ha sufrido la democracia, también destaca que este régimen político, indudablemente presenta resultados superiores en materia de derechos fundamentales, igualdad de género, desarrollo humano y ausencia de corrupción.

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Luis Mario Rodríguez, de Fusades, Emma García Prieto, de Creo; Diego Jacobo, de Tracoda; Ramón Villata de la ISD; Eduardo Escobar de Acción Ciudadana y Saúl Rodríguez de la Universidad Gerardo Barrios, ayer durante la conferencia . Foto EDH / cortesía Acción Ciudadana

Por Luis Mario Rodríguez

2019-12-11 7:53:40

El Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral (IDEA) publicó recientemente la segunda edición de su informe sobre “El estado de la democracia en el mundo y en las Américas 2019”. IDEA es una organización gubernamental, con sede en Estocolmo, Suecia, que ofrece apoyo a instituciones y procesos en favor de la democracia sostenible a nivel mundial.
Este diagnóstico surge en una coyuntura caracterizada por protestas en varias regiones del mundo. Particularmente América Latina ha mostrado sendos reclamos por la falta de resultados de la democracia. La gente salió a las calles en Chile, Colombia y Ecuador para expresar su rechazo a las políticas gubernamentales. En Bolivia las manifestaciones populares exigieron la celebración de elecciones transparentes. En Venezuela y Nicaragua se resquebrajó el orden constitucional, y en la mayoría de países de la región explotaron sendos escándalos de corrupción.
El informe no ignora esta realidad. Aunque demuestra que el número de democracias sigue en aumento, que en la actualidad existen democracias en todas las regiones del mundo, y que ahora hay más demandas populares de democracia en países que nunca la han experimentado, refleja al mismo tiempo un preocupante incremento de la “erosión democrática”. IDEA define a la erosión democrática como “un declive estadísticamente significativo en, al menos, un subatributo de la democracia durante un período de cinco años”.
Los cinco atributos y los subatributos de la democracia en el marco conceptual del estudio son, respectivamente, los siguientes: (1) Gobierno Representativo. Las elecciones limpias, el sufragio inclusivo, los partidos políticos libres y el Gobierno electo; (2) Derechos Fundamentales. El acceso a la justicia, las libertades civiles y los derechos sociales e igualdad; (3) Control del Gobierno. El Parlamento eficaz, la independencia judicial y la integridad de los medios de comunicación; (4) Administración imparcial. La ausencia de corrupción y la aplicación predecible de las decisiones políticas; y (5) Participación. La participación de la sociedad civil, la participación electoral, la democracia directa y la democracia local.
IDEA advierte que en 2018, la mitad de las democracias del mundo padeció una erosión con disminuciones en al menos un subatributo. Agrega que casi la mitad de la población mundial vive en países con algún tipo de erosión manifestada en los últimos cinco años. Estados Unidos, junto a aproximadamente la mitad de las democracias más antiguas, ha demostrado, según los indicadores, una erosión más extendida en el período señalado, a juzgar por el número de subatributos democráticos en declive.
Una situación más peligrosa se presenta en aquellos países con “retrocesos democráticos”. Se trata de “una forma específica de erosión democrática que implica el debilitamiento intencional del sistema de separación de poderes a través de restricciones a las libertades civiles”. Venezuela representa el caso más grave de retroceso democrático en cuarenta años. Se transformó en un sistema no democrático donde no existe una clara separación de poderes, el sistema judicial suele estar controlado por el poder ejecutivo, a los partidos políticos opositores con frecuencia se les prohíbe funcionar libremente, y los medios de comunicación tienden a estar limitados al igual que las voces críticas de la sociedad civil.
En Centroamérica, Nicaragua transitó hacia un régimen híbrido. Esta calificación la reciben los países que adoptan una “fachada democrática” (celebran elecciones periódicas pero no competitivas), acompañada, por lo general, de fuertes restricciones a las libertades civiles y otros derechos democráticos. El informe señala que la proporción de los regímenes híbridos ha aumentado en las últimas cuatro décadas; “se ha más que cuadruplicado desde 1975, y ha pasado de 7 países (el 5 por ciento) en ese año a 28 países (18 por ciento) en 2018”.
Otra situación preocupante es la contracción que soportan algunos aspectos de los “espacios cívicos”. En la mayoría de países están en descenso las libertades civiles (en particular, la libertad de expresión, la libertad de asociación, la integridad y seguridad personal, la libertad de religión y la libertad de movimiento) y la integridad de los medios de comunicación. IDEA denuncia que esta realidad tiene serias consecuencias para la salud y la sostenibilidad democráticas “ya que un espacio cívico vibrante es fundamental para construir y sostener una democracia saludable y protegerla de las amenazas”.
El informe de IDEA nos previene sobre los riesgos que enfrenta la democracia en el siglo XXI. Si bien repara sobre el desgaste que ha sufrido la democracia, también destaca que este régimen político, indudablemente presenta resultados superiores en materia de derechos fundamentales, igualdad de género, desarrollo humano y ausencia de corrupción. Asimismo confirma que las democracias ofrecen mejores condiciones para la actividad empresarial. Por eso nos invita a todos a rescatar el valor, la viabilidad y el futuro de la democracia.

*Doctor en Derecho y politólogo