La criminología desde otra perspectiva

Estoy convencido de que todas las personas que se cruzan en nuestro camino a lo largo de la vida tienen algo que enseñarnos. Algunas nos hacen reflexionar sobre el tipo de ser humano que no queremos ser. Otras nos muestran el camino que debemos seguir y hacia qué debemos aspirar.

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Realiza diferentes actividades para recaudar fondos para el equipo. Foto EDH/ Lissette Monterrosa

Por Carlos Ponce

2019-05-07 7:19:36

La semana pasada tuve la suerte de participar en un evento sumamente interesante y provechoso, del que aprendí muchísimo. A principios de este año, la decana de la facultad de ciencias sociales, hogar del programa de criminología del que soy catedrático, me pidió representar a la institución en una conferencia regional de articulación. Acepté inmediatamente, por supuesto. Jamás dejo pasar la oportunidad de asistir a eventos de los que anticipo profundizaré mi conocimiento sobre la disciplina. Al principio, no tenía claro de qué exactamente trataba la conferencia. Nunca había escuchado, siendo honesto, sobre conferencias de articulación. Sin embargo, eso hizo todo aún más intrigante para mí. Investigué, hablé con colegas que habían asistido en el pasado y leí todo lo que pude sobre el tema.

La conferencia se celebra anualmente y reúne a representantes de universidades canadienses que ofrecen programas de criminología, con el objetivo de que articulen sus materias y requisitos. La intención es promover la adopción generalizada de estándares que permitan a los estudiantes de criminología moverse sin complicaciones de una universidad a otra.

La variedad de participantes es un elemento clave que, para mí, hizo que el evento fuese aún más provechoso. Escuchar a catedráticos de programas técnicos, licenciaturas, maestrías y doctorados en criminología discutir una amplia gama de temas relacionados a la formación de sus estudiantes, fue muy valioso. El contraste de sus experiencias fue increíble. Combinó lo que viven instituciones con distintas capacidades y recursos, desde pequeñas universidades rurales hasta las más grandes de Canadá.

Fue una verdadera lección de humildad. El compañerismo, solidaridad y espíritu de cuerpo exhibido por los asistentes me pareció fascinante. Esta fue la enseñanza más importante del evento. Cuando conocí de qué se trataba la conferencia, pensé que existía la posibilidad de que la dinámica fuera incómoda. Erróneamente creí que algunos podrían adoptar una actitud defensiva y, en consecuencia, no tendrían intención de entablar acuerdos o colaborar con otras instituciones o escuchar sus experiencias. Para mi grata sorpresa, fue todo lo contrario.

Las discusiones fueron de gran valor. Los asistentes llegaron con la intención de aprender. La creatividad de los catedráticos para facilitar el aprendizaje y superar los límites impuestos por la falta de recursos, el perfil de los estudiantes y las exigencias administrativas fueron cautivantes. Todos, sin excepción, ofrecieron consejos desinteresados y nadie dudó en poner a disposición del que lo necesitara su tiempo, trabajo y recursos.

Me impresionó el nivel de coordinación entre los programas de criminología. Según me explicaron y pude constatar, este congreso tiene una reputación por la camaradería y fluida coordinación que existe entre los asistentes. Yo era el único extranjero. Este detalle abrió aún más oportunidades para aprender. Todos, sabiendo ya que yo era de El Salvador, se tomaron el tiempo de proveer contexto que me ayudara a comprender mejor temas que de otra forma no hubiese entendido a plenitud.

Estoy convencido de que todas las personas que se cruzan en nuestro camino a lo largo de la vida tienen algo que enseñarnos. Algunas nos hacen reflexionar sobre el tipo de ser humano que no queremos ser. Otras nos muestran el camino que debemos seguir y hacia qué debemos aspirar. La semana pasada tuve la oportunidad de interactuar solo con personas que clasificaría en esta última categoría. Tuve la suerte de conocer mi disciplina desde otro ángulo, desde la perspectiva de un grupo de profesionales que se esfuerzan todos los días por buscar colectivamente la mejor forma de facilitar el aprendizaje en la disciplina. Sin duda, su humildad, disposición a colaborar y apertura son algo a lo que todos debemos de aspirar, independientemente de en qué área nos desempeñemos.

Criminólogo

@_carlos_ponce