Estabilidad económica sin confrontación política

Entonces a fuerza de sinceridad, con un proyecto de ley de Presupuesto Nacional 2021, con características sociales anheladas pero con capacidad de financiamiento nada realista, toma mayor sentido el urgente llamado hecho por los candidatos a diputados del partido VAMOS

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Ministro de Hacienda, Alejandro Zelaya.

Por Carlos Mena Guerra

2020-10-21 5:45:39

Es muy probable que en unos años o póstumamente me otorguen un premio Nobel de Economía por mis ideas y teorías. Espero equivocarme al afirmar que mis aspiraciones al premio puedan ser más reales que hacer entrar en razón al Presidente de la República de parar su estilo confrontativo de gobernar; porque ha decido utilizarlo como su principal estrategia para sacar de la pobreza a millones de salvadoreños y conducir al país a un desarrollo humano y económico. Pienso así, porque si su idea fuese solo seguir degastando a sus principales contrincantes, ya no es necesario seguirlo haciendo.

Su estilo confrontativo es solo atribuible a un débil liderazgo y básica formación académico; que él ha aprendido a “compensar muy bien” con una habilidad retóricas y de ataques. Pero puedo asegurarle que le conducirá a una derrota electoral en 2021, por más dádivas que continúe repartiendo, porque ha sufrido severo desgaste y perdido popularidad.

Para ser justo, debo señalar por igual que los gobiernos previos ofrecieron también crecimiento, desarrollo humano, económico, bienestar y justicia social. Pero ni ARENA pudo conseguirlo, con su teoría del rebalse. Porque si el rebalse hubiese sido suficiente y sostenido por 20 años, el FMLN no hubiese tenido oportunidad de llegar al poder en 2009 y el país estuviera en mejores circunstancias. Por su lado, el FMLN defraudó a sus seguidores revolucionarios y otros votantes, con una “revolución socialista y dictadura del proletariado” en la que reinaría la igualdad y justicia; que nunca existió en los corazones ni en la agenda política de sus comandantes.

Así, en marzo de 2020 nos golpea la pandemia COVID-19 que, al igual que mi premio Nobel, la humanidad sabrá algún día cuáles fueron sus verdaderos orígenes e intenciones. Debido a la pandemia y “la revuelta política en curso”, nuestra economía caerá entre un -8.4 a -9%; los niveles de empleo formal retrocederán 10 años (Proyección en base a Índice de Estadísticas de Patrones y Trabajadores ISSS/ANEP). La pobreza retrocederá a niveles de hace 30 años (CEPAL); los salvadoreños estamos por figurar entre los países de Centro y Latinoamérica a tener más del 52% de la población en pobreza y pobreza extrema (40% y 12% respectivamente).

Lógicamente, cuando un país como el nuestro con pocos recursos naturales y bajos niveles educacionales cae tan dramáticamente en su capacidad productiva (PIB), las otras variables macroeconómicas sufren en consecuencia: baja en exportaciones, importaciones, caída de recaudación fiscal, incremento de deuda pública, calificación de riesgo país, altas tasas de interés. Y a nivel familiar: pérdidas de empleo, ingresos familiares, alza en precios de productos básico, mayor deserción escolar, caída en ventas de comerciantes informales, impagos, menor capacidad recreativa, afecciones psicológicas, dependencia del Estado (peligroso). Las remesas familiares han sido como un salvavidas para muchos salvadoreños, las cuales se estiman en US$5,500 millones anuales (12% del PIB), que por cierto pudieran estar en riesgo con la cancelación del TPS para unos 200 mil salvadoreños en EE.UU.

Entonces a fuerza de sinceridad, con un proyecto de ley de Presupuesto Nacional 2021, con características sociales anheladas pero con capacidad de financiamiento nada realista, toma mayor sentido el urgente llamado hecho por los candidatos a diputados del partido VAMOS: paren la confrontación, sean completamente transparentes, erradiquen la corrupción, admitan que estamos en una crisis financiera, concilien el presupuesto 2021, reduzcan sus gastos, respeten la Constitución y cumplan con las leyes.

Solo así podremos estabilizar la economía, para una acelerar la recuperación y retomar nuevamente el rumbo del desarrollo.

Militar retirado y economista.

Candidato a diputado por La Libertad.