Guerra en Ucrania, ¿evento político en El Salvador?

Los indicios estaban ahí a la vista de todos: Rusia se disponía a atacar a Ucrania. Movilizar doscientos mil soldados, tanques y pertrechos tiene un enorme costo fiscal, por lo que era difícil creer la historia de que solo se trataba de un “movimiento estratégico” o un arranque de testosterona de parte de Putin. Ahora bien, lo que todos no preguntamos es ¿por qué lo hizo?

¿Recursos naturales? Ucrania es el cuarto productor de maíz en el mundo, junto a otros recursos naturales que hacen de su territorio un lugar interesante comercialmente; no obstante, deberíamos tener el entendimiento de un Neandertal como para no saber que esos recursos naturales valen mucho dentro del comercio, pero no lo suficiente como para provocar una guerra. Es decir, si a Rusia le interesaba participar en esa potencial riqueza, no hay nada que un acuerdo de “Libre Comercio” no hubiera podido lograr. Es más poderosa la pluma de un presidente firmando uno de esos acuerdos, que las orugas de un tanque pisoteando un país.

¿Crear un área de protección? Se ha pensado que Rusia estaría viendo a Ucrania como un “parachoques” frente a Occidente, por lo que le interesa a Putin es tener un área de influencia controlada por Rusia para prever una posible -aunque altamente improbable- invasión por parte de la OTAN. Pero, si eso es así, pronto deberíamos esperar invasiones similares a Noruega, Finlandia, Estonia, Letonia, Lituania, Bielorrusia, Georgia, Azerbaiyán, Kazajistán y Mongolia. No tiene sentido invadir a un país y dejar el resto de sus fronteras al descubierto.

¿Sacar a un gobierno pro-nazi del poder? Lo primero que nos tenemos que preguntar es: ¿hay nazis en Ucrania? Lo cierto es que ese país participó en la II Guerra Mundial a un costo de ocho millones de vidas combatiendo a los nazis junto al ejército ruso. El abuelo del actual presidente, Volodymir Zelensky, formó parte del ejército soviético en la guerra contra el nazismo. Ahora que su nieto resulte ser el líder de un gobierno pro-nazi resulta hasta cómico, si  no fuera que ese argumento sirvió de excusa para invadir al país.

La invasión a Ucrania carece de una razón y de un propósito claros. Estando yo en un aeropuerto internacional, tuve la oportunidad de conversar con un ciudadano ruso. Al preguntarle su opinión sobre la guerra, me respondió: “Nosotros los rusos estamos en shock, nunca esperábamos esto. Estamos hartos de Putin. Nos ha convertido en parias del mundo. El pueblo de Rusia aspira a vivir en paz. Queremos la paz”.

Lo expresado por ese joven ruso resume lo que cualquier persona desea para sí y para el resto del mundo: vivir en paz y en caso de conflictos internacionales, recurrir a la muy civilizada vía de las negociaciones diplomáticas. Invadir a un país sin provocación alguna, no puede ser justificado desde ninguna perspectiva.

Entonces ¿qué es lo que pasa en El Salvador a dónde se escuchan voces en medios y redes sociales, pretendiendo justificar la invasión a Ucrania? ¿Por qué esa distante guerra se ha convertido en una especie de evento político en el país?

Es un tema inexplicable, ya que como salvadoreños que vivimos el dolor de la guerra, la muerte, los desplazamientos y migración forzosa que dividió a miles de familias, deberíamos de estar decididamente en contra de cualquier guerra en cualquier parte del mundo y si vamos a opinar, sería para condenarla decididamente. Pero parece que para algunos eso no es así.

El oficialismo se abstuvo de firmar la carta de condena de la invasión por parte de la OEA, dando un silencioso espaldarazo a Putin y separándose, en ese sentido, de los países democráticos de Occidente. Esa actitud es replicada por personas afines al régimen que utilizando los razonamientos más rocambolescos hacen piruetas mentales, primero, para negar la inminente invasión y posterior a los hechos, para justificar la posición rusa.

Pero ¿qué se gana con justificar una invasión del todo condenable? ¿Se espera que Putin ponga sus ojos en este pequeño país, con la esperanza que Rusia a invierta en El Salvador? Como muchas otras cosas que suceden en estos días, la respuesta a estas preguntas permanecerá en la opacidad durante mucho tiempo.

Abogado, Master en leyes
@MaxMojica