Han sido 90 minutos los que duró la conversación telefónica entre el presidente estadounidense Donald Trump y su homólogo ruso, Vladimir Putin, sobre la guerra en Ucrania. Convinieron empezar discusiones bilaterales en vista de "negociaciones inmediatas" -durante las cuales la primera ronda podría tener lugar en Arabia Saudita. Durante su campaña presidencial, Donald Trump afirmaba querer poner fin a esta guerra "en 24 horas" y poner fin al apoyo financiero y militar a favor de Kiev.
Desde entonces, ha vuelto a la Casa Blanca, iniciando desde el primer día una política exterior basada sobre una voluntad de controlar los gastos públicos, el "DOGE" encabezando por Elon Musk ocupando un papel de primera importancia para lograr estos objetivos. Tienen una influencia de primer rango en la política tanto interior como externa de los Estados Unidos: temas de los aranceles vuelven sistemáticamente tanto con los aliados como adversarios comerciales. Y la voluntad de "poner fin a las guerras" está explicada por los gastos que generan para los Estados Unidos sin "beneficios". Obviamente, esta óptica cambia el mapa estratégico, y en Europa, geopolítico. Ucrania tanto como los europeos no están a este nivel, involucrados en el proceso iniciado entre Washington y Moscú.
Las declaraciones de la comisaria europea encargada de la política exterior, Kaja Kallas, de Estonia, afirmando que sin Europa no habrá acuerdo viable, reforzaron el malestar. Saliendo de la noción de un eje privilegiado con Washington a través de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y comercial, la realidad EE.UU.-Europa revela que esta última tendrá que ganar por ella misma, su posición de interlocutor por su mérito. ¿Cómo? Armando sobre su propia capacidad tecnológica, militar y financiera a una Ucrania cuyo porvenir puede ser decidido sin su participación.
Por cierto, el nuevo Secretario de defensa estadounidense, Pete Hegseth, no tomó en consideración dos condiciones presentadas por Volodymyr Zelenski: el regreso a las fronteras de 2014 (antes de la anexión de Crimea por Rusia) y una adhesión a la OTAN. Visto desde Europa, es una concesión muy importante hecha a favor de Moscú. Aparece la idea que Ucrania va a tener que realizar concesiones territoriales cuando además de Crimea y de los "oblasts", regiones autónomas de Luhansk y Donestsk, Moscú conquisto territorios en las regiones del Donbass, en el norte de Kharkiv y en el sur de Kherson. Casi 20% del territorio ucraniano, mientras las tropas de Kiev controlan 500 km2 en la región de Kursk en Rusia. Moscú rechazó la idea de cualquier "intercambio de territorio" y dichas discusiones, que podrían empezar entre Washington y Moscú tendrán lugar, sin Ucrania, en Arabia Saudita. Además, podría Kiev tener que discutir los términos del apoyo norteamericano, Donald Trump abriendo la idea de una persistencia de ayuda militar contra "una garantía" de acceso a los recursos ucranianos.
La posición de Kiev sigue siendo la misma: Ucrania debe antes de todo hablar con Estados Unidos. Europa debe participar en cualquier discusión seria para una paz verdadera y duradera". En pocos minutos, el presidente estadounidense rompió con la posición de su predecesor desde el principio del conflicto en febrero de 2022. Discutir de "Ucrania sin Ucrania" es la posición de la nueva administración, haciendo aparecer a Vladimir Putin en posición de fuerza.
Por cierto, el Kremlin quiere un debate "profundizado" sobre la seguridad en el continente europeo, sin los europeos.
Estos 90 minutos han sido muy importantes. Pero no está cierto que participaran de una negociación de paz sin inclusión de todos los actores involucrados. Las próximas semanas serán cruciales para medir la credibilidad de la dinámica iniciada.
Zelenski se reunió con el vicepresidente estadounidense JD Vance y ambos convinieron en trabajar por una paz duradera en Ucrania.
También el presidente de Francia, Emmanuel Macron, aseguró este viernes a Zelenski que le ayudará para que "los ucranianos sean los que lideren las conversaciones que lleven a una paz sólida y duradera", tras una entrevista telefónica entre ambos.
Macron consideró además "una excelente noticia" que el presidente Trump pueda ser capaz de convencer "realmente" al líder ruso, Vladímir Putin, de que "detenga la agresión" a Ucrania.
Pero el canciller alemán, Olaf Scholz, que se reunió este sábado con Zelenski en los márgenes de la Conferencia de Seguridad de Múnich, reiteró que no puede haber una paz duradera si Ucrania no tiene garantizada su soberanía. «Nada sobre Ucrania sin Ucrania. Solo puede haber paz si la soberanía de Ucrania está asegurada», afirmó Scholz en X tras el encuentro en la capital bávara.
Zelenski anunció este sábado que bloqueó un acuerdo propuesto por el presidente estadounidense, Donald Trump, para dar acceso a Estados Unidos a los recursos mineros estratégicos, ya que no incluye "garantías de seguridad" para su país. Además, llamó a Europa a crear sus propias fuerzas armadas ante la amenaza de Putin y que tomen las decisiones necesarias para que "el futuro de Europa dependa sólo de los europeos".
El desenlace de los acontecimientos no tardará en conocerse.