Falsos dilemas

El uso indebido de la Fuerza Armada y la Policía Nacional Civil es reprochable desde varios ángulos. Ambas instituciones tienen atribuciones limitadas y establecidas por la Constitución, no pueden salirse de ellas, menos para forzar a la Asamblea Legislativa para votar por un préstamo. No se puede jugar con la institucionalidad del país.

descripción de la imagen
Equipos de rescate y fuerzas de seguridad de Sudán verifican la escena donde se perpetró un supuesto atentado contra el primer ministro Abdallá Hamdok. El funcionario resultó ileso. Foto/AFP

Por Erika Saldaña

2020-03-09 5:50:00

“Si no estás conmigo, estás contra mí”; “si criticas esta acción, es porque estás en favor de esta otra”; ya no es raro escuchar estas ideas que, analizadas con detenimiento, no tienen nada de lógicas. Hoy las redes sociales están plagadas de falsos dilemas. No es extraño que leamos comentarios, sobre todo de los funcionarios o afines a partidos políticos, que presentan ideas en apariencia irreconciliables, pero que en realidad no existe contradicción entre sí.

Pongamos varios ejemplos. Cualquier crítica a la reciente declaratoria de estado de emergencia en los centros penales del país fue suficiente para encasillar a sus emisores como “defensores de pandilleros”, “defensores de delincuentes”, “personas que no les interesa nada el bienestar de los cuerpos de seguridad pública o de la Fuerza Armada”. Nada más falso.

La crítica a la manera en que se declaró la reciente emergencia en centros penales es debido a que existe la Ley Penitenciaria, la cual establece la autoridad competente para realizarla, los supuestos que deben concurrir, el plazo máximo y la autoridad encargada de confirmarlas y revocarlas. Se trata de una situación que no queda a arbitrio del presidente de la República. El viernes 6 de marzo por la tarde diversos juzgados de vigilancia penitenciaria revocaron la declaratoria de estado de emergencia por considerar que no estaba justificada.

Hay algo más de fondo en el caso de los estados de emergencia en los centros penitenciarios. No todas las personas recluidas han sido condenadas ni pertenecen a una pandilla; en el peor de los casos, hay personas que están pagando algo que no deben. Por una sola persona que probablemente se encuentre en esta situación es que deben respetarse los derechos humanos de todas. No es posible limitar los escasos derechos que existen en una cárcel con una medida que carece de un fundamento y podría ser desproporcionada. Pensar que “quien critique la declaratoria de emergencia es porque está en favor de los pandilleros” es caer en un falso dilema.

Con los actos sucedidos el 9-F, que hoy se cumple un mes de ocurridos, surgieron dos falsos dilemas. Primero, no faltaron las personas para quienes criticar la militarización de la Asamblea Legislativa se traducía en “defender a los diputados corruptos”, “estar en contra del Plan Control Territorial del gobierno”, “no querer que los policías y soldados tengan buen equipamiento”, por poner algunos ejemplos. Segundo, que la decisión de la Sala de lo Constitucional de ordenar al presidente que se abstenga del uso indebido de militares y policías era porque “el sistema corrupto se auto protege”. Otras dos falsedades.

El uso indebido de la Fuerza Armada y la Policía Nacional Civil es reprochable desde varios ángulos. Ambas instituciones tienen atribuciones limitadas y establecidas por la Constitución, no pueden salirse de ellas, menos para forzar a la Asamblea Legislativa para votar por un préstamo. No se puede jugar con la institucionalidad del país. Pensar que cuestionar la militarización de la Asamblea Legislativa es “porque está en contra de aprobación del financiamiento de planes de seguridad” o porque “se defiende el actuar insalvable de muchos diputados” es caer en un falso dilema.

Hay que tener claro que las personas que difunden estos falsos dilemas lo hacen porque tienen un interés en desgastar a quienes no piensan como ellos o que critican al gobierno. Eso no tiene remedio. Pero los ciudadanos responsables sí podemos combatir la ignorancia y la desinformación. Eso de que “si no estás conmigo entonces eres mi enemigo” es una falacia que hay que desmentir a diario… “solo un Sith piensa en términos absolutos”.

Abogada.