Insisto: ¡más médicos y más enfermeras!

Tal y como vamos, señor Presidente, nuestro sistema de salud seguirá igual por mucho tiempo. Usted habló de una medicina amarga, pero para un pueblo moribundo y ya amargado no se vale. Sea valiente mejor y recétele esa “medicina amarga” a los ex funcionarios del FMLN que ya se lograron infiltrar en su gobierno y hoy son felices golondrinos.

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Luis Rodríguez ve las cámaras de seguridad que la empresa Korail tiene en las estaciones de metro. / Foto Por Tomada de Twitter

Por Ricardo Lara

2019-08-08 8:29:27

Habrá notado ya, señor Presidente, que desde muy temprano de su gestión cierta suspicacia y desencanto se ha generalizado entre todos los trabajadores de salud. A menos que le informen lo contrario los aduladores que tiene como asesores cerca de usted. Porque los que conversamos en los pasillos de los hospitales y centros de atención de salud de todo el país, expresamos muy tempranamente una desilusión.

Pero aún le depositamos esperanza en cierto compás de espera. Sabemos que no fue usted quien dejó fuera al grupo técnico que lo asesoró para conformar un cuerpo de funcionarios potente y conocedor de la realidad de la salud en El Salvador, cuando usted mismo era solo un proyecto político.

Como estadista y como un profesional en el manejo de los medios y propaganda, sabemos que nuestro desilusionado pueblo lo puede refrendar incluso en sus errores. No es su culpa ni la de los salvadoreños; fueron los gobiernos (o partidos políticos) que le precedieron quienes vejaron al pueblo, dejándolos con ansias de un salvador. Por eso, lo suyo será hacer las cosas diferentes. Pero respecto a salud le puedo garantizar que los desaciertos acorto plazo son muchos y ese desencanto del pueblo más que con los trabajadores de salud, será para con los pacientes.

De manera que es a su conciencia y buena voluntad a la que apelo. No fue feliz el comentario de tildar de haraganes a los médicos del Seguro Social, menos aún amenazarlos de consecuencias severas. Quien le informa, o desconoce, o lo hace para congraciarse. A lo mejor se trata tan solo de una desacreditación de todo el sector salud (como vemos en tanta queja anónima o superficial en Twitter, a la que se le da trámite administrativo por orden, y no así, a las agresiones que sufre el personal de salud).

No es afortunado anunciar que desaparecen las plazas por ley de salarios, o que se conozca desde antes, los salarios que le ofrecerán a los médicos del Seguro Social por trabajar a tiempo completo. No fue feliz la contratación ad honorem de médicos generales en el hospital de Santa Rosa, es decir, sin devengar salario (porque de todas formas tiene que haber un contrato) porque no solo linda en contra de la Constitución al poner a trabajar a un profesional sin devengar un salario, sino que además nos hace pensar en cuál fue el mecanismo de selección de esos médicos o si medió el tráfico de influencias. Pero lo verdaderamente grave es que nuestros hospitales necesitan especialistas. El gremio médico urge de dignificación, que se les ofrezca todas las prestaciones laborales; que existan buenos y completos programas de educación medica continua. Ni pensar que a estos jóvenes, o muy necesitados con la esperanza que en un futuro se les dé una plaza, o muy ilusos, los pongan a realizar cesáreas, cirugías, atención de niños graves (como lo hicieron los de siempre).

Me pregunto si la actual Ministra en estos momentos fuera la sindicalista de antes ¿qué opinaría? No es cierto que se necesite contratar muchísimos médicos y enfermeras para todo el sector, pero sí que hay que contratarlos. Para esto hay que acercarse en forma amigable a los trabajadores de salud, preguntarles el mínimo de necesidades de recursos humanos.

La hostilidad o la represión por una publicación en un medio social solo reflejan una parcialidad que está siendo muy notoria. Lo que se augura es la repetición del sistema represivo y de control en contra del trabajador de salud, que tanto repudio generó del gobierno recién saliente.

Los sindicatos y asociaciones gremiales, lamentablemente, o buscan solamente prebendas propias, o son indiferentes.

Tal y como vamos, señor Presidente, nuestro sistema de salud seguirá igual por mucho tiempo. Usted habló de una medicina amarga, pero para un pueblo moribundo y ya amargado no se vale. Sea valiente mejor y recétele esa “medicina amarga” a los ex funcionarios del FMLN que ya se lograron infiltrar en su gobierno y hoy son felices golondrinos.

Al pobre Juan Pueblo es sencillo meterle una medicina amarga. Lastimosamente ya está acostumbrado y resistente a esa medicina amarga, trascienda y sorpresivamente también en la oscuridad de la noche visite la emergencia de cualquier hospital y allí vera otra realidad. No es necesario darle nombres de cargos y funcionarios pero es sencillo antes de los 100 días podría ser conocer el 100% de nuevos directores de hospitales y los nuevos presidente y secretario del Consejo Superior de Salud Pública.

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