Dios te salve, Patria, herida, hipotecada, amordazada

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Kevin Santamaría celebra el gol que anotó con el Deportivo Llacuabamba ante Ayacucho por la fecha 3 del Clausura 2020 de Perú. Foto / Twitter @LigaFutProf

Por Carlos Balaguer

2020-11-04 4:56:59

Celebrarte, Patria, es renacer al amor del suelo en que nacimos. Al sueño olvidado del ancestro; a la borrada memoria de aquellos que amaron y te amaron. Esta vez hay poco quizá que celebrar sino la lucha de tus hijos, invencibles contra el tiempo y la ira de la historia. Los que siembran la tierra y su esperanza; los que escriben la vida, aunque sólo Dios y el silencio lea sus memorias. Perdona patria ahora mi protesta -que no es blasfemia- sino de aquellos que celebran con grito y esplendor el falso protocolo del poder. No del poder de amar sino de amar el poder. ¿Cómo celebrar, Patria querida, el ultraje social de la esperanza que encadena tu vuelo y que el mundo parece ignorar? ¿Dónde están las manos de Dios?, pregunto vida. Y en mis manos sólo queda un verso de amor con una herida y la señal de la cruz de una promesa. Por ello digo: Dios te salve, Patria: herida, hipotecada, amordazada. “Dios, unión y libertad” dicen tus banderas. Pero nos abandona la divinidad del amor, la unión de tus hijos, la libertad del alma y la palabra. Nos liberamos del yugo del Conquistador, pero no de nosotros mismos. Fuimos libres en una bandera, pero no en el lienzo inmortal de nuestra Historia. La hiena fiscal que nos devora; la torva fiera que acecha entre las sombras; la miseria, corrupción y deshonor que nos ultraja. Finalmente, la farsa hecha verdad que te pronuncia. “¡Gloria Patris!” <“Éxodo del Sapiens Estelar al Universo” C. Balaguer-Amazon>