El 15 de septiembre es una fecha memorable e inolvidable para los salvadoreños y para el resto de los países centroamericanos, hasta Costa Rica, porque en esa fecha se firmó el Acta de Independencia de las Provincias Unidas de Centroamérica.
Estas provincias estaban formadas por los países de Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica, que, desde aquella fecha, se volvían independientes del poder de España y de cualquier otra potencia extranjera, que tuvieron dominadas por mucho tiempo a esas provincias.
En el periodo de 1808 a 1814 se produjeron alzamientos de independencia en el territorio de la Intendencia de San Salvador. Por ejemplo el 5 de noviembre de 1811 ocurre el primer movimiento de independencia en San Salvador, famoso por el Grito de Independencia, día en que se hizo una convocatoria en la Plaza Mayor, donde hoy es la Plaza Libertad, y allí estalló la primera protesta y el pueblo destituyó al intendente que representaba al Gobierno de España.
El segundo movimiento de independencia ocurrió también en San Salvador, y no tuvo éxito, pues la mayoría de los próceres fueron arrestados y otros abandonaron el país, como es el caso del prócer Pedro Pablo Castillo. San Salvador se rebeló con bastante derramamiento de sangre. Los principales dirigentes de ese movimiento fueron los próceres Manuel José Arce, Domingo Antonio de Lara, Pedro Pablo Castillo y otros.
No fue hasta el 15 de septiembre de 1821 que se firmó en la ciudad de Guatemala el Acta de Independencia, y uno de los firmantes fue nuestro gran prócer presbítero y doctor José Matías Delgado y Peleón.
Por eso, pues, de esa fecha acá, hace 200 años, nuestro querido El Salvador es un país políticamente independiente de cualquier potencia extranjera. Esto, gracias a la lucha constante de nuestros inolvidables próceres, que realmente son los verdaderos Padres de la Patria.
En nuestro suelo hemos equivocado el concepto de “Padres de la Patria”, llamándolos así a los diputados de la Asamblea Legislativa, en distintos Gobiernos que han transcurridos hasta la actualidad.
¡No! Padres de la Patria fueron ilustres patricios como José Matías Delgado, los hermanos Nicolás, Vicente y Manuel Aguilar (sacerdotes), José Cecilio del Valle y los mencionados más arriba.
Celebremos, pues, esta fecha memorable con alegría en el corazón, con regocijo en el alma, con verdadero sentido de patriotismo, con la esperanza de que algún día encontremos la verdadera hermandad entre los unos y los otros. Celebrémosla con sinceridad y entusiasmo.
Pero esa celebración -que habrá de brotar espontáneamente desde lo más profundo de nuestro ser-, debe ser en familia, en nuestra propia casa, con nuestros hijos y nietos, pidiéndole al Creador un mañana mejor y una Patria salvadoreña próspera y feliz.
Hoy no debemos salir de casa para concentraciones masivas, como en años anteriores, debido a la pandemia del Coronavirus-19, que cada día cobra más de diez muertes aquí en el país. Debemos, pues, proteger nuestra salud. ¡Sí, señor!
Maestro, psicólogo, gramático.