Incertidumbre en la economía mundial

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La Policía española descubrió un vehículo con sillas de playa y una hamaca en vez de asientos. Foto: @SplToledo

Por Ricardo Esmahan 

2019-08-19 7:33:40

La forma en que uno se puede sentir sobre uno mismo, probablemente afecta nuestro comportamiento, y al mismo tiempo el de la economía. Imagínese cómo se siente cualquier persona cuando compra un traje o vestido nuevo, a lo mejor probablemente se tenga más confianza, y eso lo hace hacer cosas que de otro modo no haría. La ropa es más que cosmética. Al mejorar uno su autoimagen, se puede ayudar a asumir más riesgos y hacer más cosas.

Lo mismo sucede en la economía. Las empresas y los consumidores confiados compran más cosas, contratan más trabajadores, hacen más inversiones. Todo eso se suma al crecimiento económico. Lo inverso también se aplica, si usa algo que no le gusta en una entrevista de trabajo, probablemente no tendrá un buen desempeño porque tendrá menos confianza.

Desafortunadamente, gran parte de la economía mundial ahora lleva un traje feo y que no le sienta bien. Esto está cambiando nuestro comportamiento, y probablemente no nos gustan los resultados.
Obviamente, la globalización no ha funcionado tan bien como se esperaba. Demasiadas personas no han compartido beneficios mientras sí sienten sus costos. Sin embargo, décadas de relativo libre comercio han dado a las multinacionales suficiente estabilidad para hacer planes de negocios a largo plazo.

Esa estabilidad ahora está desapareciendo, la política de Trump está empeorando la situación. Las variadas amenazas arancelarias del presidente a menudo son solo amenazas, pero a veces se convierten en realidad y las amenazas suceden con la frecuencia suficiente, que todos tienden a adivinar. Las administraciones de las empresas a nivel global no pueden ignorarlo, sobre todo cuando se habla de cosas que afectan sus operaciones. Esto se resume en que una población ha organizado corporaciones para maximizar los recursos globales, las que hoy deben reorganizarse para mitigar los riesgos de las políticas tuiteadas por Trump, lo que siempre tiene un costo.

En el entendimiento empresarial, significa que se entregarán menos bienes a un costo más alto. Parte de este costo será absorbido por márgenes reducidos y otros por precios de consumo más altos. En su totalidad, el sistema de comercio global apunta a un menor crecimiento y una perspectiva de ganancias más dura. Esto requiere reducir la exposición al riesgo, a nivel de toda la región.

Las empresas, generalmente pueden adaptarse a una guerra comercial, encuentran fuentes alternativas, reorganizan sus cadenas de suministro o hacen otros ajustes. Pero esto lleva tiempo y dinero.

Pero Trump puede cambiar de opinión más rápido de lo que las empresas pueden adaptarse. Entonces, en algún momento, la mejor alternativa es simplemente no hacer nada. Dejar de expandirte, dejar de contratar y solo esperar a que vuelva la normalidad.

Y es de considerar que Trump estará en el cargo hasta enero de 2021. El poder legal que está utilizando para imponer aranceles y otras barreras comerciales permanecerá en sus manos todo ese tiempo. Por lo tanto, vemos que Trump ahora usa poderes comerciales presidenciales para forzar la cooperación en asuntos no comerciales, como la inmigración.
Y lo esperado es que Europa tome represalias contra las exportaciones estadounidenses. Y los fabricantes de automóviles europeos podrían cerrar sus plantas en Estados Unidos, despidiendo a trabajadores estadounidenses.

¿Trump considerará retroceder? Tal vez si, tal vez no. Nadie sabe.

Trump tiene la autoridad en este momento y el Congreso no tiene los votos para recuperarla para sí. El caos comercial está paralizando lenta y seguramente los negocios; tanto dentro como fuera de los Estados Unidos. Y esta parálisis empresarial, eventualmente, terminará provocando una recesión.

La pregunta es: ¿Cuándo?

La suposición suya es tan buena o mala como la mía. Pero el momento se acerca.