Indicios

Esta semana han circulado videos en los que se observa a los dos funcionarios que más usaron de la palabra en esa reunión diciendo frente a las cámaras de la televisión nacional exactamente lo contrario de lo que este martes pasado sostuvieron. Evidentemente uno de sus dos discursos es falso y los entendidos parecen decantarse mayoritariamente porque el de este martes último es el no verdadero

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Los jugadores salvadoreños festejan el primer gol ante Guatemala. Foto Cortesía Concacaf.

Por Jorge A. Castrillo H.

2021-05-07 7:32:09

A pesar de haber sido advertido de que en Lima nunca llueve, una de las experiencias más extrañas que recuerdo de mi paso por allí fue elevar mi vista al cielo y encontrarlo totalmente encapotado, negro de nubes que presagiaban una “tormenta de Padre y Señor mío” como habría dicho mi inolvidable madre. Conscientemente me recordé que me habían dicho que no llovía, pero todas las señales me hicieron pensar que yo andaba lejos de casa sin paraguas ni chumpa impermeable alguna que me protegiera. No se me ocurrió nada mejor que entrar a una cafetería: me tomaría un capuchino mientras esperaba a que pasara el aguacero (por lo negro del cielo no tardaría en caer y de paso, bien guarecido, podría observar el desorden que de seguro se produciría. Dos cafés me tomé y nunca llovió.
Nadie puede, en propiedad, adivinar el futuro. Por eso, aquellas personas en la antigüedad que tenían el don de la profecía eran tan respetados. Del futuro se ocupan también los adivinos, quienes, con base en algunas conjeturas y procedimientos dudosos, se aprovechan de la ingenuidad de las personas para decirles lo que su destino les depara, usualmente mediante el pago previo de sus servicios. Es diferente el caso de científicos y profesionales estudiosos en cada una de las áreas de la realidad: con base en algunos indicios propios de su ciencia o ámbito de estudio, desarrollan estimaciones de lo que puede, con márgenes diversos de probabilidad, suceder en ese ámbito específico.
El sábado pasado, con el inicio de la nueva legislatura un sentimiento parecido al de mi paso por Lima empezó a embargarme. Me extrañó que, sin ser equipo de fútbol, fueran llevados todos en microbuses como si vinieran de alguna concentración previa hasta el recinto legislativo. Los acompañaba el jefe de su partido quien se me antojó el director técnico o entrenador. Pasó lo que sabemos que pasó y sentí el cielo negro, encapotado. El pick up de la policía que se estacionó desde esa misma noche frente a la casa del hoy expresidente de la CSJ fue otro dato feo que hizo recordar los años Setenta que se vivieron en este país. Reparé entonces que la PNC había logrado el respeto, pero no temor de la gente desde hacía años.
El martes, mientras estaba en una reunión de grupo, alguien encendió a la lejos una televisión: la veía sin poder escuchar nada. Llamó mi atención que los asistentes no dirigían su mirada al expositor, la mayoría veía al frente o para abajo. Aprecié el lenguaje corporal del presidente y su asesor dirigirse a la audiencia sin aspavientos ni malas caras, en postura erguida, segura, con sobriedad. Cuando pude, escuché el contenido de lo que decía. No tengo la formación en derecho que dijo tener el señor representante de la Comunidad Europea, ni he consultado constitucionalistas que él dijo haber oído. Creo que van en consonancia con la carta de renuncia a la Comisión que hizo pública el lunes por la mañana el Dr. Fabio Castillo, en hidalgo gesto de abogado de los de antes. Breve y contundente. El Sr. Nuncio dio las gracias por el tiempo que nuestra más alta autoridad les había dispensado para exponer ante ellos su exégesis como él la llamó, denotando su formación bíblica. Ambos diplomáticos aclararon que su trabajo les exige escuchar voces distintas. No lo dijeron ellos, pero se les entendió que el número de personas que sostuvieran una posición era menos importante que la solidez del pensamiento y formación de quienes consultarían.
Esta semana han circulado videos en los que se observa a los dos funcionarios que más usaron de la palabra en esa reunión diciendo frente a las cámaras de la televisión nacional exactamente lo contrario de lo que este martes pasado sostuvieron. Evidentemente uno de sus dos discursos es falso y los entendidos parecen decantarse mayoritariamente porque el de este martes último es el no verdadero. Por otra parte, el argumento expuesto de que se ganó por abrumadora mayoría le ha de haber recordado al señor Nuncio el Evangelio de San Mateo 16:26.
¿No habría sido mejor que quien convocara a tal reunión hubiera sido la Cancillería de la República y el expositor el señor Presidente de la Asamblea Legislativa, formal responsable del desaguisado? De esa forma se habría protegido la imagen del presidente del Ejecutivo y se habría enviado un mensaje de independencia de los órganos de Estado. El público meta en este caso no era tan ingenuo y no hay elecciones a la vuelta de la esquina para seguir actuando con criterio electoral.

Psicólogo/ psicastrillo@gmail.com