PUESIESQUE…múltiples compromisos personales y profesionales me han obligado a ralentizar la publicación de mis reflexiones en este espacio, pero las vergonzosas declaraciones del Ministro de Justicia y Seguridad Pública (MJSP) imponen el deber moral y ético de condenarlas, y así lo hago.
Y es lo que dijo el MJSP, que de justicia no tiene nada, ni tampoco de seguridad pública, fue es escupitajo a la dignidad de los desaparecidos y a sus familias.
Ahora resulta, según quien lleva el espectáculo del MJSP, que los culpables de las desapariciones son los jóvenes víctimas y sus padres, porque no están atentos “en los pasos que andan, con quienes se relacionan y si consumen cualquier sustancia”.
¡Por Dios!... ¿de qué caverna han sacado a semejante MJSP?
Y para rematar, el sujeto pide que no se hagan denuncias de desapariciones en redes sociales y añade que las denuncias son parte de un plan político
¡Por Dios!... ¿cómo es posible ser tan indigno? ¿cómo puede una persona carecer totalmente de empatía?
Según el MJSP, entonces, los jóvenes son desaparecidos porque sus padres no los vigilaron, porque tienen malos amigos, porque consumen drogas y que, en todo caso, lo importante no es la búsqueda de las víctimas, sino que lo relevante es no afectar la imagen de la administración presidencial.
Por ello, de acuerdo al MSPJ, más que las vidas de los jóvenes desaparecidos, más que el dolor de las madres que todos los días lloran por sus hijos ausentes, lo más importante es que el presidente tenga una buena imagen como gobernante eficiente, así que por ello pide que no se hagan denuncias en redes sociales. No puedo escribir en este espacio las palabras que se merece el MJSP.
Seamos claros: nadie, absolutamente nadie, debe ser desaparecido, independientemente de su género, edad o circunstancias de vida.
Y es que, amén que se trata de un derecho básico e inalienable, expresión del derecho a la vida, si quieren formalismos jurídicos, así lo declara la Convención Internacional para la protección de todas las personas contra las desapariciones forzadas: “Nadie será sometido a una desaparición forzada”.
Y tal convención internacional añade que la práctica generalizada o sistemática de la desaparición forzada es un delito de lesa humanidad, que el Estado debe tomar las medidas apropiadas para investigar las desapariciones forzadas cuando “sean obra de personas o grupos de personas que actúen sin la autorización, el apoyo o la aquiescencia del Estado”, y que, ante la extrema gravedad de tal delito, el Estado está obligado a realizar rápidamente investigaciones exhaustivas e imparciales.
Por ello, el MJSP, en lugar de insultar a los desaparecidos y a sus familias, debe ponerse a trabajar, a diseñar mecanismos ágiles de inmediata alarma y pronta búsqueda de los desaparecidos, a establecer vías para el acompañamiento psicológico a los familiares, a establecer herramientas para mantener informadas a las familias de los desaparecidos.
De verdad que me indignan las palabras del MJSP: son una grosería, ha revictimizado a los jóvenes desaparecidos y a sus familias, ha insultado a todos los jóvenes de este país, ha ultrajado a todas las madres y padres de El Salvador, ha lanzado improperios contra las y los salvadoreños.
Así que, ante tan repulsivas declaraciones, al señor a quienes todos le pagamos su sueldo y sus privilegios como MJSP, como padre ofendido por sus sandeces le exijo, como ciudadano indignado le reclamo, que se retracte de sus declaraciones contra las víctimas de las desapariciones, que se disculpe públicamente y que, por el residuo de dignidad que todavía tiene como persona, que renuncie inmediatamente a su cargo
#RenunciáVillatoro