Ricardo Soriano In Memoriam

Descanse en paz Ricardo Soriano, con quien no tuve muchas coincidencias políticas o ideológicas, pero a quien siempre respeté por sus actitudes de respeto y amabilidad, que tanto faltan por cierto a los gobernantes y a otros políticos en estos tiempos.

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Alexander y su esposa Abigaíl son propietarios de Sabord' Mar.

Por Salvador Samayoa

2020-08-14 9:25:42

Conocí a Ricardo Soriano en México, en 1986 si no me falla la memoria, en las reuniones que algunos dirigentes del FMLN teníamos con representantes de partidos políticos, gremiales empresariales y asociaciones sindicales de diversas denominaciones.
A Ricardo lo veíamos con algún recelo, porque no estaba alineado en las organizaciones que claramente respaldaban nuestra lucha político-militar y nuestra agenda social. Al contrario, enmarcaba su liderazgo sindical en la Unión Nacional Obrero Campesina, cercana al gobierno de Duarte. En ese sentido, y en el marco de la polarización de ese tiempo, la desconfianza se podía convertir fácilmente en intolerancia y en enemistad.
Sin embargo, Ricardo Soriano se comportó siempre con respeto, serenidad y amabilidad en sus relaciones con nosotros. Luego, con el paso de los años, confirmé que estas eran características sólidas y definitorias de su personalidad y de su forma de estar en la grilla política, siempre con respeto al adversario, siempre dispuesto a escuchar, siempre buscando los entendimientos posibles.
En años recientes hablé muchas veces con él por el tema de las pensiones, ya que siempre se opuso con mucha coherencia y lucidez al despojo que de diferentes maneras amenazaba los ahorros de los trabajadores.
A finales de mayo de este año asistió a una reunión de sindicalistas en Casa Presidencial. Los publicistas de Bukele intentaron manipular su participación, dando a entender que apoyaría una cierta modalidad de “nacionalización” de las pensiones que en ese momento consideraba el gobierno. Extrañado, pero casi seguro de que lo estaban queriendo instrumentalizar, le pregunté a Ricardo si apoyaba eso, y me respondió en el Whatsapp que NO, así con mayúsculas; que había asistido a la reunión “para conocer las diferentes posiciones”, como era su costumbre, podría añadir yo.
Su última comunicación conmigo fue para felicitarme por el Día del Padre, el 17 de junio. No me enteré de su enfermedad, hasta conocer este día la triste noticia de su fallecimiento.
Descanse en paz Ricardo Soriano, con quien no tuve muchas coincidencias políticas o ideológicas, pero a quien siempre respeté por sus actitudes de respeto y amabilidad, que tanto faltan por cierto a los gobernantes y a otros políticos en estos tiempos.