Actores del proscenio de la vida

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Una nueva bandera nacional ondea en el redondel Masferrer. Foto EDH/ Yessica Hompanera

Por Carlos Balaguer

2021-01-10 4:51:27

Actores del amor, del odio y del poder “Un actor nunca es quien es” —o dice ser— nos enseña el arte dramático. El mismo arte escénico que se da —no sólo en un teatro de sombras o de luminosos proscenios— sino en los distintos escenarios de la existencia misma. Allá donde cada uno de nosotros solemos representar un papel, una máscara griega, un personaje y una historia por fingir. Estos actores del mundo cotidiano están por todas partes: en una conferencia de negocios, en un tribunal de justicia, en la conquista amorosa, en la política y la diplomacia así como en la escena teatral. El improvisado arte de la actuación lo aprenden hábilmente en su diario rol social. No para actuar un sublime drama, una comedia o una historia de amor en el escenario, sino para actuar en la vida cotidiana sus juegos de azar, farsa y felonía. Como los gloriosos actuantes del teatro helénico, estos improvisados actores del fraude y la ficción no son quienes dicen o fingen ser. Detrás de ellos —o de su máscara actoral— hay otro rostro escondido, maquillado en los glamorosos camerinos de la farsa. Así van por allí, actuando la vida y el amor, la mentira y la verdad, la dicha y el dolor, su falsa identidad. Hasta que la muerte o la existencia misma arranca de su faz sus raídos y humanos antifaces. <“El Resucitador de Pájaros y Sombras” C. Balaguer-Amazon>