No actúes la vida ¡Vívela en escena!

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Ministro de Hacienda, Alejandro Zelaya.

Por Carlos Balaguer

2020-10-21 5:45:21

Actores de la vida se pierden en la escena, actuando la tristeza feliz de su ilusión. A veces en el drama de su propio destino. En otras el romance de los días vencidos o la tragicomedia de algún texto de amor. El Divino Guionista nos pone en el reparto y debemos de actuar el personaje elegido.

Tal vez una careta nos asesine el rostro. O la risa enmascarada se convierta en dolor. Y fingiendo vivir fingiremos morir en el proscenio.

El director de la obra es el destino. Aquél nos aconseja actuar al personaje real que acaso queda. Y nos dice a todos que no actuemos la vida, sino que la vivamos a plena luz del día.

Allá en el escenario de aplausos y caretas, de luces y promesas. Así algunos actores actúan el amor, la gloria y la verdad.

Allá donde es mentira la misma realidad. El arte dramático de la cultura occidental nació en Atenas, antigua Grecia -siglos V y VI aC. Originalmente surgió de los ritos en honor a Dionisio, divinidad de la fertilidad natural y del vino de “Ambrosía” -nombre del néctar celestial que en griego significa “inmortalidad”.

El surgimiento del teatro se considera uno de los principales legados de la civilización helénica. Sus principales elementos son: actrices y actores, guión, vestuario, maquillaje, iluminación, sonido, dirección y escenografía. <“El Resucitador de Pájaros y Sombras” C. Balaguer-Amazon>