¡¿Vos creés que a mí me regalan el pisto?!

“La familia es lo más parecido al cielo”, decía mi papi... Regala lo mejor de vos, no lo que te queda

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Rodrigo Chávez Palacios fue beneficiado con la libertad condicional anticipada. Fue condenado a 11 años de prisión al haber confesado el crimen contra un empleado municipal. Archivo EDH

Por Teti Gómez

2021-01-11 6:46:23

Alguna vez escuchaste a un niño preguntar: “Ay, yo quiero esto… ¿Me lo puede comprar?”. No me extrañaría que, en un momento de enojo o frustración, la respuesta fue: “¡¿Vos creés que a mí me regalan el pisto?!” o “¡Que no sabés que el dinero cuesta!” o “¡Entendé, la vida es difícil y nosotros somos pobres!”. Pero, yo te pregunto, ¿a quién escuchaste decir eso? ¿A un familiar durante tu niñez o adolescencia? ¿A tu papá? ¿A tu mamá? Si es así, ¿cómo te hizo sentir? ¿Con cuáles otras frases creciste en tu hogar?
Si reflexionamos sobre tu persona, ¿alguna vez has repetido ese tipo de frases poco alentadoras? ¿Considerás que la vida es difícil? Si tu respuesta es no, seguramente es porque has cambiado ese ciclo en tu vida y eso está muy bien, ¡te felicito! Pero si reconocés que lo has hecho (o continuamente te expresás así), ¿estás convencido de que todo cuesta mucho y no hay esperanza de mejorar? ¿Haz aceptado que la vida siempre será difícil?
Y si profundizamos aún más sobre esas frases pesimistas que escuchaste, ¿las utilizás en tu casa? ¿Con tus seres queridos? ¿Te has dado cuenta del impacto que estas frases producen en los oídos de los más pequeñitos? Esas personas a las que más amás ¿cómo se sentirán al escucharte decir eso…? ¿Creés que estás influyendo en cómo tus seres queridos perciben la vida?
Pienso que sí.
Durante mi niñez muchas veces me cuestionaba cómo hacían mis papás para salir con todos los gastos. ¿Pedían préstamos? ¿Cómo lo lograban? Era claro que a mis papás les costaba sacarnos adelante, pagar recibos de luz, de teléfono, colegiaturas o medicinas, pero ellos nunca se quejaron, al menos no enfrente de nosotros. Al contrario, ellos nos animaban y con esperanza decían que el próximo año íbamos a estar mejor. Nosotros notábamos el factor económico, pero en vez de entristecernos, les creíamos y confiábamos que las cosas iban a mejorar. Decían que Dios estaba de nuestra parte y que Él iba a proveer. Ellos siempre mantenían una visión de optimismo, nos abrazaban y expresaban lo mucho que nos amaban. Nos contaban cuentos, chistes e historias de su niñez. Nos convocaban a reunión familiar semanal y nos ayudaban a aclarar cualquier conflicto entre hermanos. Nos enseñaban a mantener la armonía. Nos enseñaban a rezar juntos y nos brindaban sus conocimientos. Nos enseñaban la importancia de decir gracias. Gracias por la oportunidad de un día más, por el aire, por la luz del sol, por la lluvia, por mis piecitos, por mis manitas, por mis pulmones, por mi casita, por la comidita, por la vida, por la salud y por nuestra familia… “La familia es lo más parecido al cielo”, decía mi papi.
El rol de mis papás fue clave en mi niñez. Sus expresiones de amor y sus enseñanzas influyeron en cómo yo veo la vida. Sus frases me moldearon y me hicieron sentir segura, amada y protegida. Me edificaron para desarrollar confianza, una autoestima sólida y una convicción inquebrantable. Me hicieron entender que en la vida hay muchas posibilidades y oportunidades. Sus enseñanzas me permitieron soñar ¡Sin Límites!, más allá de las cuatro paredes de mi cuarto, de mi casa; más allá de mi colonia y de mi país. Sus enseñanzas me ayudaron a alcanzar todas mis metas y me siguen ayudando.
Esto es lo que quiero compartir con vos, para motivarte a que mantengás un enfoque de optimismo y que luchés por tus sueños. Para inspirarte a que expresés esperanza, no las frases poco alentadoras que aprendiste. Para animarte a ser un gran ser humano de nuestro planeta, especialmente en tu casa y con las personas a las que más amás. Para que les regalés lo mejor de vos, no lo que te queda.

Ingeniera Aeroespacial | Piloto comercial |Autora del libro ¡Sin Límites!

Contacto: librosinlimites.sv@gmail.com

Instagram: @sin.limites.sv