Fake news: el poder de la (des)información de Nuevas Ideas

Franklin D. Roosevelt, XXXII presidente de los EUA, expresaba que la democracia no podría triunfar a menos que quienes tomaban la decisión –los ciudadanos con capacidad de voto– estuvieran preparados para elegir sabiamente.

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Juan Aimar (17), Josué Rivera (51) y Fernando Castillo (15) de Club Deportivo FAS, celebran uno de los goles anotados a Firpo en el partido de la sexta fecha del Apertura 2018 en el Estadio Cuscatlán / Foto Por EDH - René Estrada

Por Roberto E. Miranda

2018-08-27 8:11:29

Franklin D. Roosevelt, XXXII presidente de los EUA, expresaba que la democracia no podría triunfar a menos que quienes tomaban la decisión –los ciudadanos con capacidad de voto– estuvieran preparados para elegir sabiamente. Hablaba de por qué la educación es importantísima en una democracia representativa, pues esta depende de gente común que toma decisiones acertadas sobre política, siendo por tanto, la educación, la auténtica garante de la democracia.

Tomar decisiones acertadas en política no es tarea fácil para ningún ciudadano, para ello es necesario tener información precisa, amplio conocimiento de lo que acontece y un juicio de valor adecuado, y así estar en mejores condiciones para elegir/decidir entre lo que es real/verídico/objetivo/fáctico, de lo que es una verdadera distracción.

En relación con lo anterior, recientemente ha surgido el término “fake news”, neologismo que puede hacer referencia a cuestiones diferentes según el contexto: por un lado, puede referirse a sátiras de noticias y parodias como “Saturday Night Live”, o el programa “Código21” transmitido en El Salvador; por otro lado, hace referencia a noticias inventadas, un tipo de periodismo amarillo que consiste en emitir información falsa de manera deliberada, como las noticias que inundaron internet durante las elecciones presidenciales de los EUA en 2016, casos para los que inclusive algunas organizaciones expusieron ejemplos de noticias falsas el propio día de las elecciones.

Uno de los “twitteros” más activos en los últimos meses ha sido el fundador del movimiento Nuevas Ideas, quien día tras día publica en Twitter sus amplios conocimientos en DDHH, Política, RRII, Políticas Públicas, entre otros, conocimientos que seguramente adquirió durante su “sólida preparación académica”. Lo que no deja de llamar la atención son las fuentes de información que utiliza, cuentas como @DiarioLaGaceta, @Porttada, @Últimahora.sv, @SociedadCivil, @DiarioLaHuella, @datosyopinión, y una infinidad más, medios cuyas publicaciones, veracidad y objetividad dan la apariencia de ser cuestionables; incluso hasta ha citado una página web denominada mineríaverde.org, sitio que difundió información falsa y matizada de un candidato presidencial con la intención de dar una imagen negativa de este.

¿No deberíamos, como lectores, verificar y cuestionar la información que transmiten los medios por los cuáles nos informamos? Ser ciudadano en una democracia representativa depende de información precisa y de estar en la capacidad de discernir qué es confiable y qué no. La mezcla de noticias reales y noticias falsas hacen que la tarea del ciudadano sea más difícil; sin embargo, sorprendentemente, ahí es donde nos encontramos ahora: miles de personas leen publicaciones realizadas por Nuevas Ideas, con información sesgada y tendenciosa, y muchos de ellos las creen…

¿Nuevas Ideas = fake news? Todos tenemos la responsabilidad de combatir el flagelo de las noticias falsas y la desinformación: como ciudadanos, debemos verificar y cuestionar la información que transmiten los medios por los cuales nos informamos; en el caso de la sociedad, esta debe promover normas sobre periodismo profesional, mejorar la alfabetización digital en general y procurar la reducción de incentivos para noticias falsas. En conjunto, esto optimizaría la calidad de la información y debilitaría el entorno que ha impulsado la desinformación.

En la política y el poder, las historias se convierten en algo no solo para ser contado, si no para ser moldeado e influenciado, y en muchos casos, utilizado para engañar. Siendo la incertidumbre política, el conflicto y los cambios en las tecnologías de comunicación, los factores que parecen propiciar el aumento de noticias falsas, no hay duda de que el mundo todavía está adaptándose al impacto de las nuevas tecnologías: Twitter, plataforma incipiente hace 10 años, ahora es la forma como el presidente de los EUA habla con el mundo, y eso le permite sentir el control de su mensaje.

Con las elecciones presidenciales cerca, ¿no vendría bien un compromiso de los candidatos a llevar sus actuaciones y comunicaciones con información precisa, clara y objetiva, para que los ciudadanos podamos tomar decisiones más informadas y acertadas? Ojalá podamos escuchar la opinión de los candidatos al respecto.

Abogado y #Ciudadano ComprometidoConES
roberto_miranda@me.com @robmiranda