Europa y América amenazadas por variante Ómicron

La OMS considera “elevada” la probabilidad de una contaminación a nivel mundial, aunque todavía existiesen varios puntos desconocidos, como el grado de contagio, la eficacia de las vacunas, la gravedad de los síntomas.

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Protestas en Argentina por el "corralito" en 2002. AFP

Por Pascal Drouhaud

2021-12-04 6:49:58

La nueva variante del SRAS-CoV-2, Ómicron, se está propagando en el mundo. Aparecida en África del Sur, se está expandiendo en Europa y ahora con casos detectados en las Américas, en Medio Oriente y Asia. Este variante se ha vuelto la nueva amenaza sanitaria en varios países europeos tales como Alemania o Francia que registra más de 42,000 casos diarios. África del Sur acelera su campaña de vacunaciones.

Tal como fue con los variantes Alpha, Bêta, Gamma y Delta, Ómicron está considerada por la Organización Mundial de la Salud como “preocupante” por su nivel de transmisión más fuerte, que reduce la eficacia de las medidas de protección o de las vacunas.

La preocupación de las autoridades sanitarias estriba en el número importante de mutaciones de Ómicron. Ómicron cuenta con más de 50 mutaciones, es decir, más que Delta que prevalece, por el momento, en el mundo. Las modificaciones son tan numerosas que el cuerpo puede fallar en reconocer el virus cuando entra en contacto, aunque este vacunado.
Detectado por primera vez en África del Sur, que cuenta con la más grande capacidad de detección de los variantes en el mundo, Ómicron se expande: varios son los países que decidieron estos últimos días restringir la llegada de viajeros provenientes de países africanos. Para los científicos, la solución consiste en el ritmo de las vacunaciones, que revelaron las desigualdades en el mundo:
África tiene 10% de vacunados; Europa, las Américas, Canadá alcanzan 60%. Para llegar a un nivel de inmunidad, se necesita llegar al 80%. Hoy en día, está establecido que las vacunas protegen contra las formas más graves de la enfermedad, teniendo también una influencia importante sobre la desaceleración de la transmisión del virus.

En ese contexto, dos aspectos aparecen: el pesimista haciendo prevalecer la necesidad de una nueva vacuna para vencer Ómicron. La óptica optimista consiste en pensar que esta variante tiene menos consecuencias que sus antecesores. Las semanas que llegan son, desde esa óptica, esenciales para definir el rumbo de la lucha contra el virus. Mientras tanto, las medidas para restringir la circulación de las personas, en varios países, empiezan en ser tomadas: Bélgica anunció el cierre de sus escuelas primarias a partir del 18 de diciembre.
Por su parte, Austria prorrogó 10 días su confinamiento actual, mientras Alemania está considerando la vacunación obligatoria a partir de febrero próximo, tanto como Austria y Grecia. Varios fabricantes de vacunas, como Moderna, AstraZeneca, Pfizer/BioNTech o Novavax, afirmaron su confianza en producir una vacuna que permita luchar contra Ómicron, tanto como Rusia a propósito de una versión actualizada de su Sputnik V.

Europa es el continente más impactado: Alemania registró 72.279 nuevos casos el 2 de diciembre pasado; Francia, 48,416; Italia, 16,810 ; España, 14,500. Con 145,000 muertos, la prudencia es de estricta regla: en Alemania, la Corte constitucional considero “justificas” las medidas de confinamiento parciales. Llevar las máscaras es obligatorio en los transportes públicos y las tiendas. Las restricciones de entrada abarcan a varios países de África austral, de igual manera que en los Estados Unidos, país impactado por la muerte de 780,000 personas desde el principio de la pandemia.

La OMS considera “elevada” la probabilidad de una contaminación a nivel mundial, aunque todavía existiesen varios puntos desconocidos, como el grado de contagio, la eficacia de las vacunas, la gravedad de los síntomas. Ómicron lleva interrogantes sobre las consecuencias económicas que podría traer tanto como sobre la tasa de inflación que hizo su reaparición en el espacio europeo.

Las previsiones dentro de las cuales las de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) establecen una tasa de crecimiento económico de 5.6%, con una liviana baja de 0.1%, en 2021, todavía 4.5% para 2022. Se está anunciando la resolución de las dificultades de suministro que impactaron varias economías y el comercio mundial para 2022 mientras se espera una perspectiva clara de parte de los bancos centrales, en cuanto al nivel tolerado de inflación para que se pueda definir su política de tasas de interés. Tantos aspectos importantes para la estabilidad de la económica mundial que la propagación de Ómicron hace aparecer.

Politólogo, especialista francés en relaciones internacionales, presidente de la Asociación Francia-América Latina (LATFRAN). www.latfran.fr