Angela Merkel, a las puertas de la historia

Su sucesor podrá mirar mas hacia el Sur o el Oeste, contribuyendo a una política exterior que será impactada por un contexto global más confuso e incierto que nunca. Acompañará una política interior que ha sido marcada por una prioridad durante anos : el rigor. Nadie olvida la posición de la canciller, muy dura, frente a Grecia, que enfrentaba una grave crisis financiera en 2012.

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Ronnie Brunswijk, a sus 60 años, se convirtió este martes en el jugador más viejo –y quizás el único- en jugar un partido oficial de Liga Concacaf.

Por Pascal Drouhaud

2021-09-25 3:27:07

Alemania elige a sus nuevos representantes en el Parlamento, el “Bundestag”, este 26 de septiembre. Elegirán, una vez que una mayoría será definida, seguramente a través una nueva coalición de partidos, al sucesor de Angela Merkel a la cabeza del próximo gobierno federal. Después de 4 mandatos y 16 anos como Canciller de Alemania, es decir, Jefa del Gobierno, Angela Merkel saldrá del esquema político activo alemán. Con ella, será una página de la historia alemana y europea que dará vuelta. Por cierto, Angela Merkel represento varios tiempos fuertes de la historia contemporánea de su país.
Cuando entro en la arena política en 1990, apenas habían pasado unos meses desde la “caída” del Muro de Berlín, el 9 de noviembre de 1989. Elegida por primera vez en el Bundestag en 1991, llegar a la Cancillería con una mayoría relativa, después de las elecciones de 2005, ocupó este cargo durante 4 periodos consecutivos, situación inédita que la propulsó en una posición clave tanto en su país como para Europa.
Científica especialista de química cuántica, Merkel gobernó mandando una imagen de calma, rigor, fuerza serena pero determinada con una criterios esenciales: mantener la regla de un rigor presupuestario y alimentar la posición europea a través de una relación esencial con Francia. Logró fortalecer el papel de Alemania en la construcción europea, reforzando su posición de primera potencia económica de la Unión Europea, pero todavía queda un pilar político en consolidar. La promoción de sus intereses industriales, energéticos parecieron durante los últimos años condicionar su política exterior. Debe conciliar su dependencia en materia de suministro de gas, con Rusia tanto como China y reforzar una construcción europea que queda dependiente de la Alianza Atlántico. Un equilibrio estrecho para no decir al final, difícilmente realizable.
En materia de defensa, por ejemplo, Berlín intenta agregar una visión atlantista y consolidar la Unión Europea. Su relación con los Estados Unidos, en materia de defensa, sigue siendo más radical que la de Francia, único país europeo que mantiene una fuerza militar estratégica, es decir, nuclear.
Ahora bien, la crisis sanitaria desde los primeros meses de 2020, tanto como la desastrosa salida norteamericana de Afganistán durante agosto pasado, reforzaron la convicción de Angela Merkel de que el horizonte de su país era europeo.
Sin duda, esa visión será un legado esencial de la era Merkel. Y la tarea es todavía grande: Europa, gigante comercial, no puede hoy en día garantizar de manera común su propia seguridad sin el apoyo estratégico estadounidense.
Si los socialdemócratas tienen una ventaja de sondeos sobre la CDU, parece obvio que será necesario establecer una coalición con otros movimientos políticos, tal y como los Verdes. Angela Merkel, por haber crecido en Alemania del Este, tenía muy presente una relación fortalecida con los países de Europa Central y Oriental. Su sucesor podrá mirar mas hacia el Sur o el Oeste, contribuyendo a una política exterior que será impactada por un contexto global más confuso e incierto que nunca. Acompañará una política interior que ha sido marcada por una prioridad durante anos : el rigor. Nadie olvida la posición de la canciller, muy dura, frente a Grecia, que enfrentaba una grave crisis financiera en 2012. Por cierto, la covid-19 acabó con esa posición y la canciller aceptó la idea y la práctica de una “mutualización” de una deuda europea a través un plan de reactivación económica de 750 mil millones de dólares.
Pragmática, Angela Merkel rompió con la doctrina tradicional alemana para alinearse sobre una posición común cuyo objetivo consiste en limitar el costo económico de la pandemia. Se trata también de controlar los más posible, las consecuencias que la crisis económica podría provocar sobre la cohesión europea. Se trata de evitar una fractura demasiado profunda entre los países de la Unión Europea.
La época Merkel quedará también marcada por su posición en 2015 en favor de una acogida amplia de refugiados proveniente de Siria, a pesar del riesgo político que podía tener con su partido, la CDU y su aliado aún más conservador, a CSU de Bavaria. Fueron mas de 800,000 refugiados que vinieron entonces en Alemania, apostando sobre la capacidad de integración de Alemania.
Angela Merkel, después de 16 años de gobierno, está por entrar en la historia de su país, Alemania y, por lo menos, del continente europeo. Su pragmatismo económico tenía una linea estratégica: contribuir a reforzar Europa y a mantener su cohesión para preservar el porvenir. Misión cumplida.