El médico todólogo de antes al especialista de hoy

En el Hospital Rosales el médico internista era el que diagnosticaba y trataba enfermos que en la actualidad estarían bajo responsabilidad del cardiólogo, neumólogo, endocrinólogo, dermatólogo, gastroenterólogo, neurólogo, nefrólogo y geriatra.

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Yanira Berríos dijo está muy triste por la suspensión de una de sus cuentas. Por fortuna, esta fue habilitada, pero aún no puede publicar en ella. Foto: EDH Archivo

Por Rodolfo Chang Peña

2021-11-01 4:28:33

A fines del siglo IXX y primeras décadas del siglo XX en San Salvador y en las cabeceras departamentales el médico era un personaje en la comunidad, era admirado y hasta le asignaban hechos prodigiosos, rodeado de un nimbo académico que le confería jerarquía social, liderazgo de opinión, personalidad especial, proyectaba credibilidad y confidencialidad.
En la capital antes de 1930 el médico atendía a las personas con enfermedades en los ojos, oídos, nariz y garganta, ya que no había las correspondientes especialidades. Uno de los primeros médicos salvadoreños especializados en otorrinolaringología que regresó al país después de realizar estudios en Francia fue el Dr. Víctor Manuel Nubleau en 1933. En su calidad de Jefe de Servicio en el Hospital Rosales logró separar la otorrinolaringología de la oftalmología y dio origen a dos áreas diferentes.
Entre los médicos del pasado, aun cuando estaban capacitados para enfrentar cualquier situación morbosa del enfermo al menos hasta donde las posibilidades de la época lo permitían, se podía distinguir unos más inclinados a la medicina interna, otros hacia la cirugía, a la maternidad y a las enfermedades de los niños pero no había una especialidad per se. Y como era de esperar, a cada uno le correspondía atender un enorme espectro de enfermedades.
Al médico cirujano le correspondía hacer cirugía de cabeza, cuello, tórax, abdomen, vías urinarias, ginecológica y plástica. Trataba esguinces, fracturas y malformaciones. Se sabe que también extirpaba amígdalas y pterigiones. En el Hospital Rosales el médico internista era el que diagnosticaba y trataba enfermos que en la actualidad estarían bajo responsabilidad del cardiólogo, neumólogo, endocrinólogo, dermatólogo, gastroenterólogo, neurólogo, nefrólogo y geriatra.
Todavía por los años Cincuenta y tantos del siglo pasado los pacientes con afecciones cardiovasculares eran atendidos por el médico internista y los estudiantes eran entrenados para diagnosticar y tratar problemas como la hipertensión arterial, insuficiencia cardíaca congestiva, infarto del miocardio, coronariopatías, etc. ante la ausencia de cardiólogos. Por esos días se mencionaba a los cardiólogos doctores Ricardo Quesada, Julio Zamora y Alberto Ávila Figueroa que casi no se veían en el Hospital Rosales. Lo mismo ocurría en la especialidad de Neurología; por ejemplo, el Síndrome de Guillain Barré era diagnosticado y tratado por el internista ante la ausencia de neurólogos.
Las necesidades derivadas de la finalización de la Segunda Guerra Mundial y la misma evolución de la humanidad fueron resorte del inusitado desarrollo de la tecnología, a la vez se desató una avalancha de avances en las ciencias médicas que dio origen a una fuerte corriente para el surgimiento de nuevas y numerosas especialidades. Al acrecentarse esta corriente el prototipo del médico de antaño “todólogo” se fue reduciendo y sus exponentes prácticamente quedaron arrinconados.
Cuando surgió la estrategia de dar prioridad a la atención primaria de la salud por los años Setenta y tantos del siglo pasado hubo necesidad de volver la vista al pasado y rescatar el concepto del médico familiar pero en una versión actualizada y corregida. Se trataba de producir un galeno especializado para abatir los problemas de salud más frecuentes en las comunidades y que constituyen aproximadamente el 75% del total de la demanda de salud. En esta línea de pensamiento en 1975 se estableció en el Hospital General del ISSS la primera Residencia de Medicina Familiar destinada a producir médicos comunitarios de nuevo cuño, coordinada por la eminente internista Dra. Adela Cabezas de Allwood apoyada por el también eminente cirujano general y de tórax Dr. Mario Reni Roldán, a la sazón Director General del ISSS. Desafortunadamente esta especialización se descontinuó 1986 y prevaleció la corriente de formación de médicos especialistas en otras ramas.

Médico.