Engel enlista a la caballeriza

No sé hasta dónde llegarán algunos personajes en la historia que rodea a este tirano, pero sin lugar a dudas esos que deambulan entre las sombras de la caballeriza son los que se llevan la peor parte cuando todo llega a su fin.

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En la tarde del martes 11 de mayo, Ricardo Zúñiga se reunió con el presidente de la República, Nayib Bukele, quien ha defendido el golpe del 1 de mayo que Estados Unidos está condenando. Foto: Cortesía @USAmbSV

Por Andy Failer

2021-05-12 5:39:30

Hace mucho tiempo existió un emperador romano llamado Julius Cæsar Augustus, conocido popularmente como Calígula (chistosamente el sobrenombre significaba “botitas”). Un mito popular relata que Calígula llegó a nombrar cónsul a su propio caballo, como un acto natural de la megalomanía que distinguía al emperador.

Esa megalomanía, acompañada de la psicosis que seduce al poder, es característica de todo tirano. Y lo cierto es que El Salvador ya perfila a Bukele como un potencial tirano del siglo XXI; detrás de él suena fuertemente el trote de su caballeriza.

La historia de cada tirano que ha parido este mundo, desde Calígula a Nerón; Gengis Kan e Iván el Terrible; Hitler o Franco; Pinochet u Ortega y otros, nos demuestra que ellos solo oyen a quienes les dicen lo que sus oídos desean escuchar.

Tras la destitución inconstitucional de los magistrados de la Sala de lo Constitucional que el régimen llevó a cabo el 1M, la ex embajadora de EE.UU. en El Salvador, Mari Carmen Aponte, recientemente dijo: “Si la lista Engel tenía cinco nombres hace una semana, ahora va tener 25 nombres”.

¿Es esta la caballeriza de Bukele? ¿Son ellos quienes endulzan sus oídos? Dos cuestionamientos aún más importantes: ¿a quién escuchó Bukele para nombrar al actual Ministro de Seguridad Pública? ¿Quién le recomendó a él y su bancada cyan poner de facto al actual Fiscal General de la República?

No sé hasta dónde llegarán algunos personajes en la historia que rodea a este tirano, pero sin lugar a dudas esos que deambulan entre las sombras de la caballeriza son los que se llevan la peor parte cuando todo llega a su fin.

Adulación a ciegas

Cada líder de una tiranía posee una personalidad de culto, es toda una paradoja, porque los tiranos suelen predisponer de un alto nivel de psicopatía; por tanto, es difícil comprender cómo es que detrás de esos perfiles existen personas dispuestas a rendirles tanta pleitesía.

Los megalómanos en el poder siempre decretan fechas festivas o conmemorativas para atraer mayor cantidad de creyentes a su “causa”. Detrás de todo esto siempre hay una intención.

Un ejemplo claro fue cuando el 9F del año 2020, Bukele asaltó la Asamblea Legislativa junto a la Brigada Especial de Seguridad Militar y el comando “Zeus”, divisiones encargadas de combatir el crimen organizado y el narcotráfico, usurpando ese día la silla que preside el salón azul para hacer una oración; tras esa oración, Bukele aseguró que el mismo Dios le pidió paciencia y por ello no disolvió la Asamblea. No apretó el botón. Tiempo después decretó que cada 17 de noviembre se celebrará el “Día Nacional de la Oración”. La caballeriza adula estos hechos a ciegas cual tal régimen aplaudiendo a su tirano.

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Cuando la lista de Engel se conozca y la caballeriza —la misma que adula a ciegas al tirano que se ha apoderado del poder absoluto— sea expuesta estará prohibido olvidar que ese culto a la megalomanía que define la tiranía de este régimen asesinó brutalmente lo que la política salvadoreña verdaderamente necesitaba para evolucionar: diálogo y decencia. Los responsables son, en gran medida, la caballeriza.

El sociólogo Max Weber decía que un político de genuina vocación debe ser mesurado al momento de establecer una sana distancia entre el poder y su ejercicio; esa mesura es la última línea entre un megalómano y un servidor público. Pero Bukele y su caballeriza confundieron la mesura con el mesianismo, y ya con todo lo demás, como ellos mismos dicen, “hicieron historia”.

Comunicólogo y político