Irán: negociaciones nucleares en medio de tensiones regionales

El desafío es grande mientras los representantes de Alemania, China, Francia, Reino Unido, Rusia e Irán deben acordar las sanciones que podrían ser levantadas y medidas que Teherán tendrá que adoptar para que se puede aplicar de nuevo el Tratado de 2015.

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Foto EDH / Archivo

Por Pascal Drouhaud

2021-06-05 5:46:53

Mientras las negociaciones sobre el potencial nuclear iraní están abordando su último “round” en Viena, en Austria, dos importantes incidentes ocurrieron en pocos días, en Irán, afectando infraestructuras estratégicas: un incendio arruinó una refinería cerca de Teherán el 2 de junio pasado mientras el más grande barco de guerra de la marina iraní tomó fuego y se hundió en el Mar de Omán. Ambos incidentes con pocas horas de diferencia.
Estos hechos suceden en un contexto de tensiones alrededor de las nuevas negociaciones sobre el potencial nuclear iraní. El contexto regional ofrece una base propicia a las tensiones: Medio Oriente está supeditado a la situación política israelí en cuanto a la constitución de una nueva coalición de gobierno.
Si la relación no está establecida entre todos los hechos ocurridos esos últimos días, por cierto alimentan un ambiente particular, caracterizado por un aumento de la desconfianza. ¿Será un instrumento de negociaciones en el juego cuyo objetivo consiste en crear fallas para poder posicionarse? No está confirmado pero muestra la complejidad de una situación central en las relaciones internacionales.
Por cierto, desde el principio del año, la llegada de un nuevo Presidente a la Casa Blanca, la normalización de las relaciones con Israel de países del Medio Oriente tanto como de África tan estratégicos o simbólicos como lo son los Emiratos Árabes Unidos, Bahrein, Sudán y Marruecos, participan de la definición de un nuevo mapa geopolítico en el cual Irán queda siendo una pieza maestra por las dudas sobre su potencial nuclear.
Los dos incidentes tienen una consecuencia inmediata: muestran una forma de debilidad en el sistema disuasivo iraní: la refinería Chaker Khafaï, inaugurada en 1968, produce 250,000 barriles al día, y contribuye a casi 20% de las necesidades nacionales.
Es decir, la importancia del incendio al cual se agrega la pérdida del “Kharg”, el más grande barco de la marina de guerra iraní.
Dos símbolos para una potencia regional cuya imagen, a raíz de esos eventos, puede parecer la de un gigante con pies de papel. La convergencia de estos eventos en esos momentos de negociaciones internacionales puede por lo menos sorprender y ser interpretada como acciones desestabilizadoras. El Karg mide 207 metros de largo.
Construido en los años 70 en el Reino Unido, es decir, durante los últimos años del reinado del Sha Reza Palhevi, el último “Sha” de Irán, que cayó en 1979 a raíz de la revolución del ayatola Khomeini.
Es una real pérdida para el potencial de proyección de fuerzas iraní en la región: el Kharg tenía la capacidad en repostar en mar, otros barcos. Estos hechos han ocurrido mientras se intenta reanudar un diálogo sobre lo nuclear. Donald Trump había retirado en 2018 a los Estados Unidos del Tratado de Viena firmado en 2015. Desde entonces, se formularon numerosas preguntas sobre la capacidad de Irán en superar la crisis económica reforzada este último año por la covid. Y las tensiones no faltan: la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) expresó “sus inquietudes” a propósito de varios sitios iraníes de enriquecimiento de uranio que no han sido declarados. Llegó a una tasa de 60%, siendo de calidad militar a 90%. Las discusiones vigentes en Viena tiene vocación en establecer la realidad de la presencia de materias nucleares en sitios todavía desconocidos por la Agencia, quien constató que la cantidad de uranio enriquecido ha vuelto 16 veces superior al limite que el Tratado de 2015 había definido.
Por cierto, desde 2019, se consideró libre de las obligaciones del tratado de 2015 en reacción a las sanciones tomadas por el entonces presidente Donald Trump. La meta de las discusiones consiste en ver los Estados Unidos regresar en dicho tratado a cambio de un respeto estricto de Irán de sus compromisos, idealmente antes de las próximas elecciones presidenciales iraníes del próximo 18 de Junio.
El desafío es grande mientras los representantes de Alemania, China, Francia, Reino Unido, Rusia e Irán deben acordar las sanciones que podrían ser levantadas y medidas que Teherán tendrá que adoptar para que se puede aplicar de nuevo el Tratado de 2015. Del contenido de estas discusiones dependerá la decisión de Washington de volver al Acuerdo de Viena. Más que nunca, el tema de la no proliferación del potencial nuclear a vocación militar está en el centro de la actualidad internacional.

Politólogo, especialista francés en relaciones internacionales, presidente de la Asociación Francia-América Latina (LATFRAN). www.latfran.fr