¡Bienvenido, señor Embajador!

Sí, sea bienvenido a El Salvador, embajador de los Estados Unidos en el país, señor Willian Duncan. Y también sea bienvenida su señora esposa, doña Nora Duncan.

Usted dice que escuchará a todos los sectores, con respecto a lo que sucede en El Salvador y que su objetivo es fortalecer las relaciones bilaterales entre su país y El Salvador. Y ha dicho que una de sus metas es conocer de primera mano las opiniones de los salvadoreños, escuchar a gente de todos los ámbitos para entender sus puntos de vista.
El Salvador, pequeño en territorio, pero grande de corazón. Como usted ha de saber, los salvadoreños nos caracterizamos en todo el mundo por ser laboriosos, emprendedores y amistosos. Y qué bueno que le hayan encantado las pupusas de Olocuilta. Dijo también que la relación de los EE. UU.-El Salvador, es única, porque lo que nos une son profundas conexiones familiares entre nuestra gente y los valores democráticos que compartimos. ¡Qué excelente opinión!

La Asociación de Periodistas de El Salvador (APES) se queja de que algunos de sus miembros han sido amenazados por agentes policiales por difundir noticias que no le convienen al Gobierno mismo. Un agente policial, por ejemplo, abofeteó a un periodista de El Diario de Hoy, otra fue detenida momentáneamente por tomar fotos en un lugar público y otros han sido amenazados o restringidos en su labor.

Le ruego, por favor, investigue otras realidades que entorpecen la paz, la concordia y la solidaridad entre nosotros los salvadoreños, que deseamos un país libre de violencia, de esa violencia a la que el poeta, escritor y abogado salvadoreño le llama “perra de hielo”, que muerde las entrañas de la Patria hasta dejarla con el dolor más espantoso.
Y así como visitó Olocuilta lo invito a que visite el lago de Ilopango, de origen volcánico, el lago de Coatepeque, las bellas playas de nuestro litoral del Océano Pacífico, el balneario de Atecozol, en Izalco, Sonsonate; la piscina de Aguijuyo, en Atriquizaya, de agua natural del rio del mismo nombre; las ruinas de la pirámide del Tazumal, en la ciudad de Chalchuapa, un vestigio de los indígenas pok’omames , de 33 metros de altura; el hermoso lago artificial Suchitlán, en la ciudad de Suchitoto; la laguna de Apastepeque, en la ciudad de San Sebastián, San Vicente; la laguneta de Chalchuapa.

Y también visite la Academia Salvadoreña de la Lengua, en un hermoso edificio de tres niveles, de más de 8 décadas, y que hace 50 años fue la Legación de los Estados Unidos. Allí pernoctó el presidente Richard Nixon, y una tarde salió él solo a pie, a cortarse el cabello a una barbería, y el barbero, emocionado, le puso por nombre “Richard Nixon” a la barbería.

En cuanto a las Academias de la Lengua, en los Estados Unidos hay una Academia estadounidense de la Lengua Española (puede haber unos 8 millones de hispanohablantes en los EE. UU.); en Filipinas hay otra y en África Ecuatorial existe la más reciente: la Academia Ecuatoguineana de la Lengua Española. Son 33 Academias de la Lengua en el mundo hispánico.

Los salvadoreños, señor embajador Willian Duncan, nos sentimos contentos de su nombramiento y tenemos la seguridad de que su labor diplomática será muy beneficiosa para el desarrollo y el progreso de El Salvador. ¡Claro que sí!

Maestro, psicólogo, gramático.