Alexandria Ocasio Cortez, la congresista más joven de la historia en Estados Unidos, se convirtió en estrella fulgurante en el firmamento político de su país luego de revolcar, con lenguaje decente pero con fuerza telúrica, a un colega republicano que le faltó al respeto llamándola “fucking bitch”. Esto ocurrió en julio del año pasado. En noviembre fue reelegida con más del 65% de los votos en su distrito congresional.
A veces un buen pleito define más al político que una buena gestión. Así es la naturaleza humana. Normalmente la gente demanda de sus líderes soluciones a los problemas, pero en ocasiones lo que más espera de ellos es que muestren coraje para enfrentar al adversario, sobre todo cuando se convierte en enemigo prepotente, con la amenaza y el insulto a flor de piel. De esto puede dar fe Bertha María Deleón, candidata a diputada de “Nuestro Tiempo” por San Salvador, que en días pasados se impuso en controversia judicial a uno de los íconos más agresivos del partido oficial.
Bertha ha sido una figura controversial. Se dio a conocer acusando con ferocidad al expresidente Flores. Ha defendido a Bukele en el pasado, en parte porque entendía -con razón- que todo imputado tiene derecho a una buena defensa en un caso judicial, y en parte porque le simpatizaba su liderazgo y le parecía esperanzador. Ahora es opositora fuerte y convincente, pero no por algún resentimiento, sino por genuina decepción.
Como ella, en esta tanda de candidatas hay muchas mujeres extraordinarias, que me gustan en el plano político porque con extracción social, ideología y trayectorias diferentes tienen virtudes y valores que considero fundamentales siempre, pero con más urgencia hoy.
Son mujeres totalmente limpias, de extraordinaria honradez y rectitud. Casi todas serían diputadas por primera vez, como signo de renovación de los partidos de oposición. Tienen coraje, virtud que me produce especial admiración en estos tiempos de tanta amenaza e intimidación. Además, son mujeres inteligentes y con buena formación.
Alvaro De Soto me dijo un día que soy más urbano que un tranvía. Eso es cierto. Conozco mejor a las candidatas de La libertad y San Salvador. Presento ahora 10 nombres de esos departamentos, para que nadie diga que no hay por quién votar. De Nuestro Tiempo Bertha Deleón, Leonor Selva y Aída Betancourt; del FMLN Daniela Genovez, Idalia Zepeda y Cristina Cornejo; del PDC Sulen Ayala; de VAMOS Claudia Ortiz: de ARENA Karla Moncada y Adela Lemus.
Esta es la nueva hornada. Todas tienen posibilidades de entrar. Son mujeres con carácter, honestas, valientes, rectas, educadas y decididas a frenar la prepotencia y la galopante corrupción. Otras candidatas, algunas ya diputadas que aspiran a la reelección, gozan también de nuestro respeto y admiración, pero mi perspectiva en esta lista es claramente de juventud, renovación y oposición.
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