Votación y unión

Los comicios del próximo 28 de febrero se vuelven cruciales porque es la manera como la Constitución establece el músculo que da fuerza a los tan necesarios pesos y contrapesos de nuestro sistema democrático. No podemos abstenernos

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Trump lucha por aferrarse a la Casa Blanca tras cuatro años tumultuosos e intensificó sus ataques contra Biden, quien según las encuestas lidera la preferencia de los electores. Foto / AFP

Por René Medina Montes

2020-10-22 6:49:46

Corría julio de 1969. Era un mes de logros espectaculares: el hombre había llegado a la Luna, pero también ese año El Salvador fue protagonista de la “Guerra de la Dignidad Nacional”, en defensa de compatriotas que fueron sometidos a genocidio en el extranjero. Hoy en día mucha gente de las nuevas generaciones puede preguntarse si el hecho fue real o un invento, al igual que gente en otros países puede preguntarse si el Holocausto fue real o fue un invento de los judíos para crear el actual Estado de Israel; a los primeros los invitaría a que tomen contacto con los pocos veteranos de las 100 horas que viven, para que ellos les digan lo que sintieron cuando en la frontera recibían a viudas mutiladas y niños huérfanos, y a los otros a que hagan una visita al excampo de concentración de Auschwitz y sus hornos.
En mi caso, en 1969 tenía 10 años y le daba seguimiento por radio a los sucesos de esos días, el desarrollo de los combates y sus consecuencias (había temor de que San Salvador y las principales ciudades fuesen bombardeadas, así como fueron bombardeados los puertos de Acajutla y Cutuco), pero recuerdo vívidamente que hubo unión de toda la población, tanto para la atención de los repatriados, repartirles alimentos, atención médica, y con los tres poderes del Estado ante la agresión internacional. Solamente con la unión y trabajo perseverante de la Nación nos sostuvimos prevaleciendo sobre la problemática y sus consecuencias.
Durante el tiempo que estuve en servicio, vi demostraciones de la población rechazando la adversidad, como las votaciones de 1982, cuando nuestra gente fue a votar en medio de los combates que el Ejército tenía con la subversión, en repudio a ideologías extrañas; vi gente a pie y en los más variados medios de transporte dirigiéndose a sus lugares de destino escoltados por la Fuerza Armada, cuando la subversión quería paralizar el país mediante paros de transporte y quemando buses.
En esas ocasiones, nuestra población se unió y rechazó la imposición de doctrinas políticas extrañas. Hoy en día, estamos batallando con una pandemia además de problemas políticos y delincuenciales, con problemas económicos externos e internos; se nos acercan elecciones el próximo 28 de febrero, cuando elegiremos alcaldes y diputados, acontecimiento que se vuelve crucial porque es la manera como la Constitución establece el músculo que da fuerza a los tan necesarios pesos y contrapesos de nuestro sistema democrático.
Las elecciones pasadas fueron un cambio de tendencia, hubo campañas que fueron desarrolladas en los medios de comunicación social y se registró un 48.2 por ciento de abstencionismo; para las próximas elecciones aparecen nuevas banderas, nuevas caras, viejas banderas y viejas caras, que puede ser que se hayan reinventado o no. Ahora ya sabemos quiénes y cómo son los actores; por tanto, no podemos abstenernos, sino que debemos actuar en las urnas, no debemos dejar que unos pocos decidan por todos.

Coronel de Infantería Diplomado de Estado Mayor (retirado).