El teletrabajo

En la actualidad, existe una propuesta de Ley para el fomento y regulación del Teletrabajo, en estudio de la Comisión de Trabajo de la Asamblea Legislativa, y se encuentra en fase de escuchar las opiniones del Ministerio de Trabajo, ANEP y la Secretaría de Innovación.

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Por Raúl García Mirón

2019-11-14 7:24:26

a semana anterior se aprobó finalmente la Ley de Comercio Electrónico, después de muchos años de espera, ante una realidad en la forma de hacer negocios de manera virtual, que nos había superado hace más de una década, sin atender la urgente necesidad de su regulación. Se viene también la ley de factura electrónica, y la ley de protección de datos personales, aún en estudio legislativo. La ley de Firma Electrónica, vigente hace cuatro años, aún está por arrancar, y no puede retrasarse más.
Sin embargo, el paquete de legislación digital, para estar completo, necesita además tener en cuenta al Teletrabajo, que es una modalidad laboral consistente en la prestación de servicios de forma no presencial, fuera del centro de trabajo, por la cual, el trabajador desarrolla su jornada laboral, total o parcialmente desde su domicilio o lugar que se destine para tal fin, en común acuerdo con el empleador, teniendo como principal característica, el uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TICS).
En esta modalidad, el trabajador desarrolla sus labores desde un lugar remoto, generalmente su casa, al que se le denomina Telecentro, que es el espacio físico debidamente acondicionado, y autorizado por el empleador, para facilitarle al empleado el acceso y efectivo uso de las nuevas tecnologías, herramientas a través de las cuales desempeña, comunica, transmite o ejecuta su función laboral.
En la actualidad, existe una propuesta de Ley para el fomento y regulación del Teletrabajo, en estudio de la Comisión de Trabajo de la Asamblea Legislativa, y se encuentra en fase de escuchar las opiniones del Ministerio de Trabajo, ANEP y la Secretaría de Innovación.
Se pretende que dicha modalidad de trabajo a distancia, se aplique en el ámbito público y privado, por ello, el proyecto reconoce como aplicables las regulaciones, derechos, beneficios y obligaciones que las leyes laborales ya prevén para los trabajadores de ambos sectores, garantizando fundamentalmente el derecho a la estabilidad laboral, y la posibilidad de que voluntariamente, el trabajador pueda optar o regresar a la modalidad presencial. Claro está, el teletrabajo no es para todos, pues requiere un perfil apto para la autodisciplina, organización y responsabilidad, que permitan cumplir las labores sin la distracción que ofrece el hecho de estar en casa.
En síntesis, se busca el aprovechamiento de las tecnologías de la información y comunicación en la prestación de servicios públicos a la población, como en las actividades privadas de comercio y servicios, para traducirlos en un aumento de la productividad, mayor eficiencia en el uso de los recursos, disminución de gastos como energía eléctrica, alquileres o adquisición de espacios físicos, combustible, etcétera, con el consiguiente aumento de oportunidades de empleo, y una mejora en el aspecto emocional del trabajo, pues para muchos, con situaciones familiares o personales complejas, trabajar desde casa, o evitar desplazarse cada día, es un aliciente que puede mejorar su calidad de vida, al poder distribuir y ajustar el trabajo con sus demás compromisos personales y familiares con mayor flexibilidad.
En América Latina, esta modalidad está bastante extendida en países como Brasil, Argentina, Colombia, Perú, Chile, y Costa Rica –que ha regulado el teletrabajo desde 2008- derribando con ello percepciones erróneas, pues aún hay quienes consideran que no es un trabajo formal, que carece de controles efectivos por parte del empleador, y de estabilidad para el trabajador, sin los mismos beneficios y responsabilidades que el trabajo presencial. Eso no es cierto, y por ello es necesario fomentar, regular y difundir esta modalidad. Como señaló el profesor de la Universidad de Pittsburgh, Giovanni Reyes, y director de Maestría en Dirección, de la Universidad del Rosario, la consolidación de las nuevas tecnologías, en esta etapa de cuarta industrialización, ha incidido en la generación de nuevas formas de empleo, de manera que los nuevos dispositivos y mecanismos de interconexión están haciendo obsoletas las prácticas de asistencia recurrente a los lugares de trabajo, por lo que son las formas de teletrabajo las que pronto se irán imponiendo. Ya no podemos seguir detrás del progreso…

Abogado