El Seguro Social y el sindicalismo

¿Qué recibirá la nueva gestión? Serán goteras por aquí y por allá, escobas, trapeadores, huacales para cachar las goteras, más burocracia para las citas con especialistas y subespecialistas, cuadros de medicamentos restringidos, brotes de enfermedades nosocomiales para pacientes y para trabajadores. ¡Qué triste gestión!

descripción de la imagen
Sergio Peñate al momento de inscribirse en el proceso interno como candidato a la Secretaría General del partido FMLN. Foto EDH / Cortesía

Por Ricardo Lara

2019-05-25 6:47:39

Desde los inicios de la humanidad ha existido la lucha por una vida mejor. Fue así como apareció el sindicalismo más puro en busca de mejores beneficios para sus agremiados y sus familiares. Los tiempos han pasado y como un río sometido a grandes tempestades que arrastra todo lo que encuentra a su paso, así el sindicalismo se convirtió en un río desbordado, sin cauce que bajo esa bandera de la “reivindicación laboral” lo único que logró fue llevar aguas turbulentas y verduscas como el dólar a “los grandes luchadores” por los trabajadores.

Conozco cómo funciona el sindicalismo en el mundo pero en nuestro país suceden dos cosas y ambas son decepcionantes y casi calcadas de gestiones anteriores: la primera pero no menos vergonzosa es ver que un gobierno marche el Día del Trabajo vendiendo una tan triste imagen de ser los luchadores del y por el pueblo cuando son ellos mismos los principales violadores de los derechos y reivindicaciones del trabajador, tal como sucedió con el escalafón para los empleados de salud. ¿Cómo se puede marchar “de mentiritas” cuando en la realidad es el Estado el principal violador de los derechos laborales? ¡Qué cinismo!

Y la segunda es ver a ex líderes sindicales que ocuparon esos cargos y la candidez de los agremiados para cual obra de teatro de pobre guión donde se ejecuta un monólogo y sea el mismo personaje el bueno y el malo, así sucede en la vida real, ¡ejemplos sobran! Tenemos tristes historias de tristes personajes que se arroparon con la bandera del sindicalismo para lograr mejorías, no en las mayorías a las que traicionaron sino en sus vidas personales; carros europeos, deudas sin pagar cuando recurrieron a cercanos en momentos de lucha, viajes a donde les apunte la nariz, vidas ostentosas. Y en esto del sindicalismo, ¿dónde queda el Instituto Salvadoreño del Seguro Social? Esta millonaria institución ha sido pasarela donde han desfilado maquiavélicos personajes que después de terminar sus vergonzosos periodos los vemos capturados como delincuentes.

Bueno, ¡eso es lo que son! Pocas gestiones han cometido tan grandes torpezas como mantener a funcionarios por dos periodos y el área de salud fue sentenciada a muerte por esas decisiones; tenemos un ex director del Seguro Social que prefirió morder la mano del amo y salvar su duro pellejo y a escasos días de que termine una de las peores gestiones de nuestra historia tenemos a un director que lo que hereda a la nueva administración no son modernos equipos médicos, calidad y variedad de medicamentos, honorarios dignos para los que ahí laboramos, más médicos especialistas contratados con los mejores salarios para trabajar en los lugares donde se necesita y cortar las listas de espera de hasta una año.

¿Qué recibirá la nueva gestión? Serán goteras por aquí y por allá, escobas, trapeadores, huacales para cachar las goteras, más burocracia para las citas con especialistas y subespecialistas, cuadros de medicamentos restringidos, brotes de enfermedades nosocomiales para pacientes y para trabajadores. ¡Qué triste gestión!

El ex-sindicalista pudo ser recordado como aquel exitoso médico especialista, luchador gremial, representante del Colegio Médico en las juntas directivas del ISSS, sirviendo a los necesitados; como el mejor Director General ubicado su despacho en forma estratégica que le permite visitar caminando todas las dependencias donde se maneja la salud de los asegurados, pero no. Se prefiere pasar a la historia como un ex sindicalista que cambió las casas de sistema mixto por el silencio cómplice y la falla espiritual cuando tuvo quizá, quizá la mejor oportunidad de su vida de servirle al prójimo.

En este país nada nos extraña.Lamentablemente la salud ha sido utilizada para logros personales y ha sido el Colegio Médico, ente aparentemente apolítico, el trampolín para que pseudo-dirigentes estén prestos a dar el salto y olvidar a quienes confiaron en ellos. Un privilegio mal utilizado de diez años cinco como subdirector y cinco como director general después de varias huelgas en sus días de sindicalista y una farsa llamada huelga de hambre. Ese fue el paso de este personaje en sus últimos diez años laborales, dejándonos sumergidos en una huelga por un incremento salarial que lo pudo ver hecho pasara a la historia como uno de los grandes. No olvido cómo se recuerda a la ex directora que quitó el escalafón y a la ex directora que dijo que negociara solo con sindicatos y así nacio SIMETRISSS. Espero un nuevo Director General que sea verdaderamente por meritocracia y no por activismo político. Sería la gran Nueva Idea de esta nueva gestión.

Médico