El navío de estrellas de Greta a la cumbre climática

Como un emisario arcángel de paz arribó a Portugal Greta Thumberg en el velero “La Vagabunde”. Su destino final era la Cumbre Climática (COP25), por celebrarse en Madrid, España. Heraldo de la salvación del planeta, esta adolescente sueca evita viajar en avión para concientizar sobre el impacto de la aviación en la crisis climática. Naciones Unidas ha alertado ya que los niveles tóxicos del óxido de carbono (CO2) han llegado a los niveles más altos dentro de lo permisible en el envenenamiento del aire. Algunas potencias mundiales se muestran indiferentes ante el ya irreversible desastre climático que está cobrando vidas y desgracias: inundaciones, sequías, huracanes, enormes y fatales incendios…
Desde los ocho años, G. Thumberg advirtió la catástrofe climática que se cernía sobre el planeta. Ello la llevó el 2018 a realizar una huelga de estudiantes frente al Parlamento estadounidense, exigiendo tomar medidas urgentes hacia el cataclismo atmosférico y terrestre causado por la civilización industrial. Esto inspiró el actual movimiento global en pos de salvar el ecosistema y la biosfera, vegetal y animal, que cubre el planeta, en la cual está inmersa nuestra poderosa, insensata y suicida civilización. La misma al borde de su colapso ya por el suicida enfrentamiento entre las grandes potencias o ante el desastre climático que incendia nuestra casa.