El futuro de El Salvador en dos elecciones

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Jefferson Viveros celebra un gol con Isidro Metapán / Foto Por Archivo

Por Karla Hernández*

2018-02-21 9:17:20

Pocas veces unas elecciones tendrán tanto significado, como las que se aproximan en El Salvador.

Las de alcaldes y diputados a efectuarse en marzo próximo, erigirán las bases sobre las que pueda actuar el próximo presidente de los salvadoreños, a quien le corresponderá —casi como sucedió al presidente elegido luego de los Acuerdos de Paz— comenzar a reparar el enorme daño que el FMLN ha causado, con sus políticas fracasadas, inadecuadas y en algunos casos inútiles.

Los números hablan por sí solos. En ocho años de gobierno, el FMLN ha llevado a este país a los últimos lugares en crecimiento, desarrollo humano, competitividad y otros.

La inseguridad se convirtió en un monstruo que, además de haber privado miles de valiosas vidas de personas decentes, obliga a que salvadoreños vivan encarcelados en sus propios hogares, presas del miedo a salir de casa y no regresar. Quien asuma la Presidencia de la República en 2019 encontrará un sistema educativo en retroceso, al que se golpeó fuertemente al no proveerle recursos suficientes para mantenimiento de infraestructura, capacitación apropiada de maestros y, muy grave, haber utilizado para intentar implementar ideologías.

El 2019 será decisivo para comenzar —otra vez en nuestra historia— la reconstrucción no solo física sino también institucional, porque lo que podemos ver a estas alturas son instituciones al servicio de intereses partidarios y que por lo tanto no han cumplido con las funciones para las que constitucionalmente fueron creadas.

Los ciudadanos estamos a tiempo para evaluar, de igual forma, a quienes ocuparán las curules de la Asamblea Legislativa a partir del próximo año, así como del alcalde que quiero para mi municipio.

Se trata de comprender que ambas elecciones son importantes porque de ellas depende comenzar a desandar el mal camino por el que nos han llevado.

Pero además de lo mencionado, las elecciones del próximo año son fundamentales, porque de los diputados que integren la Asamblea Legislativa dependerán otras elecciones de mucha importancia, como la de los magistrados de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, el Fiscal General o los magistrados de la Corte de Cuentas de la República. Por eso es importante preguntarnos: ¿qué tipo de diputados queremos que integren el próximo período?
Las fallas dentro de la Asamblea Legislativa han provocado que la institución se encuentre en los niveles más bajos de credibilidad entre la población, por lo que es urgente que la Asamblea Legislativa vuelva a ser fiel garante del cumplimiento de la Constitución de la República, sin que la Sala de lo Constitucional nos deba corregir la plana, como ha sido característico en esta Legislatura.

La población demanda diputados que les representen en sus verdaderas necesidades y que comprendan que la austeridad es necesaria pero que funciona solo cuando la llevamos a la acción; también quieren ver diputados a la altura del cargo que ostentan, que trabajen con seriedad y que cumplan la ley como cualquier otro ciudadano y que no usen el fuero como excusa para violarla.

Hoy más que nunca se hace indispensable que al elegir tanto a diputados y alcaldes, como en su momento al próximo Presidente de la República, tomemos conciencia de que serán esos ciudadanos los que defenderán nuestra democracia, reconstruirán nuestro país, crearán las políticas públicas y la legislación necesaria para que El Salvador resurja de las cenizas.

A los candidatos a diputados y alcaldes y a los que aspiran a ser presidente de la República les hago un llamado enérgico a mantener una campaña de altura, a participar en el debate sano y constructivo que permita a los salvadoreños y a las bases partidarias elegir a los que presenten las mejores soluciones para todos.
Es momento de dejar atrás las viejas prácticas de campañas de desprestigio y ataques, típicas de políticos que carecen de propuestas y que solo consiguen con ello, fomentar la desunión y polarización.

Para aquellos que pretender seguir haciendo campaña sucia e incendiando nuestro país con la violencia electoral, les repito lo que antes he dicho: Recuerden que el fuego se propaga y si El Salvador arde, ustedes arderán con él.

Diputada