Urgen más psicólogos escolares

El psicólogo escolar, en su estudio a la personalidad del violador  sexual, descubrirá esos trastornos de personalidad que fundamentan sus aberraciones, y tratará en su investigación científica, de equilibrar el comportamiento del afectado, en el sentido de ajustarlo a la escuela,  a su familia y a la sociedad en general, para que sea un hombre nuevo, digno de aprecio y de respeto.

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Por Carlos Alberto Saz

2021-06-14 6:56:21

En esta época en que vivimos, de tantos problemas personales, familiares, comunales, sociales, en donde la violencia, el secuestro, las extorsiones y otros trastornos que afectan la personalidad, el ser humano puede volverse antisocial, de tal manera que el estrés que le ocasiona el medio, lo hace cometer acciones repudiables como la violación sexual.

         Esto es si el  individuo, desde niño, no es educado de acuerdo  a las normas de la ética y la moral. A menos que presente trastornos cerebrales que afecten su conducta, a tal grado de cometer actos delictivos.

         Y en la profesión de maestro la conducta aberrante es más repudiable, principalmente cuando abusa sexualmente de sus alumnos.

         Por eso es que se vuelve indispensable el auxilio del psicólogo escolar, para encontrar las causas de la conducta indeseable, y con base en el estudio psicológico, diagnosticar el padecimiento del abusador, y así el profesional de la conducta pueda indicarle  el tratamiento indicado.

         Otro gremio que necesita del psicólogo ese el de la Policía, pues últimamente los medios han informado de miembros de ese Cuerpo que se han suicidado. Y eso sí que es lamentable.

         No olvidemos que “El estudio de los problemas relativos a la vida mental recibe una atención cada vez mayor en los centros científicos, como era de esperarse, la moderna psicología, al alcanzar la categoría de ciencia, comenzó hace algunos años a ofrecernos conocimientos de gran valor práctico harto complejas de la vida actual, y a intentar con éxito el desenvolvimiento de las posibilidades de bienestar y de cultura inherentes a la personalidad”, Prólogo del doctor Juan Roura-Parella en el libro “Introducción a la higiene mental”, escrito por el doctor Mariano L. Colorado, Editorial ORIÓN, México, 1960).

         Y cuanto se refiere a la desintegración de la personalidad (el violador presenta una personalidad desintegrada) el libro dice que el individuo abarca tres esferas: 1.ª Esfera  de la eficiencia: distracciones, ambivalencias, atención dividida, vacilación, dudas, variabilidad de planes, etc. 2.ª Esfera ética: Formas de conducta opuestas, en relación con valores morales. 3.ª Esfera del equilibrio biológico (campo de la psicopatología): neurosis o psicosis, como fobias, amnesia, histeria, compulsiones, epilepsia, paranoia, personalidad múltiple. Además, conflictos de orden afectivo que no llegan a afectar la eficiencia.

         Y es que, como dice el libro, el violador sexual presenta una personalidad desintegrada, tiene dudas, es ambivalente, vacila, carece de valores morales, presenta generalmente una personalidad múltiple, es evidente que tiene conflictos en su afectividad.

         El violador sexual puede presentar sentimientos de inferioridad. Y al respecto, el doctor Colorado, en el libro en mención dice que “Todo estudioso de la psicología moderna sabe que fue Alfred Adler el gran psiquiatra vienés, quien dio al desarrollo de esta ciencia la gran contribución que consiste en el estudio de los sentimientos de inferioridad y su significación en los estados neuróticos. Ese aporte ha sido esencialmente valioso para el enriquecimiento de los sistemas  de psicoterapia, que han estimado conveniente incorporar a su ideología los fundamentales conceptos adlerianos relativos a este gran problema humano”.

         Y agrega que “El 'complejo de inferioridad' descubierto por Adler, es ya conocido por la mayoría de las personas regularmente informadas, si bien algunos de los alcances más profundos de las ideas del descubridor del complejo, pasan aún inadvertidas para muchos”.

         Entonces, el psicólogo escolar, en su estudio a la personalidad del violador  sexual, descubrirá esos trastornos de personalidad que fundamentan sus aberraciones, y tratará en su investigación científica, de equilibrar el comportamiento del afectado, en el sentido de ajustarlo a la escuela,  a su familia y a la sociedad en general, para que sea un hombre nuevo, digno de aprecio y de respeto.

         Se necesitan, pues, psicólogos escolares en nuestros centros educativos, desde colegios, escuelas y aún en universidades. Así, procuraremos la salud mental que tanto necesita el violador sexual. ¡Sí, señor!

 

Maestro, psicólogo, gramático